Andy Schleck, ganador del Tour 'del clembuterol', se retira a los 29 años

    • Una caída en el último Tour le dejó maltrecha una rodilla que amenazaba con dejarse secuelas irreversibles para el resto de su vida.
    • Su irrupción abrumadora en el pelotón internacional hicieron pensar a muchos que se asistía al nacimiento de un ciclista llamado a marcar época.
Schleck se retira a los 29 años
Schleck se retira a los 29 años
Iñaki Angulo

"Obviamente estoy decepcionado por acabar así mi carrera. Me hubiese gustado seguir luchando, pero mi rodilla no me lo permite". Así se explicaba Andy Schleck, campeón del Tour 2010, durante la rueda de prensa de este jueves en la que anunció que deja el ciclismo. Una caída en la ronda gala de este pasado verano fue el principio del fín. Un trompazo que le lastimó la rodilla y los cartílagos e incluso amenazaba con no permitirle llevar una vida normal. "Aunque los ligamentos se han curado, el cartílago dañado es otra historia. He estado trabajando duro en la rehabilitación de la rodilla pero ésta es la mejor manera de actuar ante el riesgo de sufrir una lesión irreversible", explicaba el luxemburgués.

Hermano del también ciclista de élite Frank, Andy, el menor, es uno de los mejores escaladores que ha producido el ciclismo en la última década. Espigado y de gesto dúctil, pocos podían con él cuando se empinaba la carretera. Triple ganador del maillot joven del Tour, el que mide al mejor joven, protagonizó con Contador una batalla memorable en la ronda francesa de 2010, vencida por el español en París, retirada por el clembuterol y entregada a Andy Schleck, que a sus 25 años se coronó en los Campos Elíseos. Antes de sus primeros tres Tours, había asomado con rotundidad en el Giro de 2007, cuando terminó segundo.

La lucha entre el de Pinto y el menor de los Schleck no estuvo exenta de polémica, pues Contador terminó de rematar su victoria en la ascensión a Bales, cuando al luxemburgués, vestido de amarillo, se le salió la cadena en pleno ataque. Pese a que Schleck sí había esperado a su rival durante un trance similar en esa misma etapa, Contador no miró atrás y despachó el Tour. "No es bonita la manera en la que he perdido el liderato", dijo entonces. "No sabía nada de su avería aunque no creo que tardase mucho en meter la cadena. Son circunstancias de la carrera", respondió el español.

Sólo la contrarreloj, su gran lacra, le privó de revalidar su título francés en 2011, cuando Cadel Evans le robó la gloria en la última prueba cronometrada. Al australiano lo flanqueó en el podio la familia Schleck. Andy segundo y Franck tercero.

Nadia hacía presagiar el inopinado desplome de un ciclista que un día no muy lejano se pensó que podía marcar una época. Otra caída en el Dauphiné de 2012, con una fractura del hueso sacro como consecuencia, le privó de estar en el Tour. El escalador grácil de piernas y brazos de alambre jamás volvió. Pasó sin pena ni gloria por el Tour del año pasado y en este se fue al suelo. Fue el punto de final de una carrera demasiado corta. "Siempre he dicho que el ciclismo no es el principio del fin de mi vida. Tengo una novia fantástica y un hijo estupendo. Tengo ganas de descubrir lo que me depara".

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