Anquela regresa al lugar en el que no dejó de ser feliz "ni un solo día"

  • El técnico jienense Juan Antonio Anquela, ahora al frente del Numancia, regresó hoy a Santo Domingo para medirse al Alcorcón, el club al que dirigió entre febrero de 2008 y junio de 2012 y en el que reconoció el día de su marcha que no dejó de ser feliz "ni un solo día".

David Ramiro

Alcorcón (Madrid), 13 oct.- El técnico jienense Juan Antonio Anquela, ahora al frente del Numancia, regresó hoy a Santo Domingo para medirse al Alcorcón, el club al que dirigió entre febrero de 2008 y junio de 2012 y en el que reconoció el día de su marcha que no dejó de ser feliz "ni un solo día".

El choque que se vivió en Santo Domingo entre Alcorcón y Numancia tuvo un protagonista de excepción, el entrenador jienense Juan Antonio Anquela, que difícilmente olvidará la fecha de hoy, pues ha sido la de su regreso por primera vez a la que fue su casa durante más de cuatro años.

A Anquela, que se marchó del Alcorcón para entrenar al Granada y cumplir el "sueño" de la Primera División, le duró poco su aventura en el conjunto andaluz, puesto que el 30 de enero de este 2013, cuando solo se llevaban disputados veintiún partidos de la Liga BBVA, fue destituido.

Su regreso a los banquillos no tardó en llegar, solo cuatro meses y medio después, puesto que en junio firmó con el Numancia por una temporada dispuesto a iniciar una nueva andadura en la que intentar reverdecer viejos laureles en Segunda, como hizo con el Alcorcón.

En el equipo alfarero logró en cuatro temporadas y media los mayores éxitos de su carrera y también del club madrileño. Anquela puede presumir de ser el artífice del llamado 'Alcorconazo', aquella victoria por 4-0 en Copa del Rey frente al Real Madrid (27 octubre 2009) y la posterior eliminación, el ascenso a Segunda (junio 2010) y la disputa de la promoción a Primera División (junio 2011).

"El Alcorcón es el club que más huella me ha dejado y en el que no he dejado ni un solo día de ser feliz. No me he arrepentido nunca de estar en este equipo porque he sido muy feliz, lo que pasa es que el fútbol te pone retos y no puedo decir que no a entrenar en Primera", fueron sus últimas palabras como técnico alfarero antes de poner rumbo a Granada.

Uno de los puntos emotivos de la noche de hoy llegó minutos antes del comienzo del choque, cuando el nombre de Anquela sonó por la megafonía y el público, en pie, ovacionó al jienense. El otro llegó con el sentido abrazo que se dio con el actual técnico del Alcorcón, Miguel Álvarez, con el que departió unos segundos.

Pese a todo, y como buen profesional, el partido frente al Alcorcón lo afrontó sin sentimentalismos y con la firme intención de llevarse los tres puntos de Santo Domingo, un estadio cómplice en las numerosas tardes de gloria que brindó a la afición alfarera.

Durante el partido, al técnico jienense se le vio salir varias veces del banquillo para corregir posiciones a sus jugadores y, según se iban acercando los minutos finales, se mostraba más impetuoso en sus reclamaciones.

Con el gol de su equipo, obra de Palanca a los 62 minutos, llegó el delirio al banquillo soriano, mientras que la primera victoria del Numancia lejos de Los Pajaritos en diez meses se acercaba, puesto que la última fue el 22 de diciembre de 2012 ante el Hércules (1-3).

La cara de angustia de Anquela en esos compases finales lo decía todo. Su nerviosismo también, pues salía y entraba del banquillo prácticamente en cada jugada. En el minuto 94, con el pitido final del árbitro vasco Bikandi Garrido, se acercó a despedirse de Miguel Álvarez y saludó a algunos de los jugadores e integrantes del banquillo del Alcorcón antes de enfilar el camino de vestuarios, ésta vez el del equipo visitante.

Una vez más, como en tantas ocasiones ocurrió cuando era técnico del Alcorcón, salió victorioso de Santo Domingo, pero ahora con el Numancia.

Mostrar comentarios