Río de Janeiro, 5 may.- La policía del estado brasileño de Pernambuco arrestó hoy a un hombre considerado sospechoso de haber arrojado el pasado viernes desde las gradas de un estadio de la ciudad de Recife el retrete que provocó la muerte de un hincha.
El sospechoso, un hombre de 23 años, fue conducido este lunes a la Comisaría de Homicidios de Recife tras haber sido detenido con base en denuncias hechas por otros aficionados a un servicio telefónico de la policía, informó la Policía Civil de Pernambuco, estado del nordeste de Brasil.
Según fuentes policiales citadas por medios locales, el acusado admitió su participación en la agresión e identificó a dos supuestos cómplices.
El insólito hecho ocurrió el pasado viernes cuando un aficionado identificado como Paulo Ricardo Gomes da Silva, de 26 años, fue golpeado en la cabeza por un retrete arrancado de uno de los baños del estadio Arruda y arrojado desde lo alto de la grada, lo que provocó su muerte inmediata.
La víctima estaba en las afueras del estadio tras concluir un partido entre el Santa Cruz y el Paraná, de la segunda división del Campeonato Brasileño.
La agresión dejó otras tres personas heridas, aunque ninguna corre peligro de muerte.
El cuerpo de Gomes da Silva fue enterrado el domingo en Recife en medio de la consternación nacional provocada por otro hecho violento en una de las ciudades que será sede del Mundial que Brasil organizará a partir del 12 de junio próximo.
El hecho fue condenado hasta por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien defendió la instalación de comisarías de policía en los estadios y alegó que un "país que ama el fútbol no puede ser tolerante con la violencia en los estadios".
La muerte del hincha en Recife "es un triste ejemplo más de la urgencia de instalar comisarías especializadas en los estadios. La violencia en los estadios necesita ser cohibida con rigor por los policías locales", dijo la mandataria a través de su cuenta en Twitter.
El Tribunal de Justicia Deportiva de Brasil sancionó al Santa Cruz con dos jornadas sin poder jugar en su estadio por los incidentes violentos provocados por sus hinchas.
El tribunal también prohibió a las hinchadas organizadas del Santa Cruz "frecuentar todo y cualquier tipo de estadio de Brasil" hasta que sea identificado y capturado el responsable por lanzar el retrete.
El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, calificó hoy el episodio como un "barbarie". "No es posible imaginar que alguien va al estadio para darse el trabajo de arrancar un retrete y lanzarlo a otro hincha", afirmó.
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