Madrid, 14 sep.- El Atlético de Madrid viaja a Guadalajara dispuesto a dar un nuevo paso en el largo camino que todavía le falta, pese a la contundente victoria (31-23) cosechada el pasado miércoles sobre el Naturhouse La Rioja y que aupó a los rojiblancos al liderato, para acabar de conjuntar a sus numerosos refuerzos.
El técnico Talant Dujshebaev no sabrá hasta última hora si podrá contar con el extremo Roberto García, que afronta la última etapa del proceso de recuperación de la elongación que se produjo en el bíceps femoral de la pierna derecha durante la final del pasado Mundial de Clubes.
La dolencia ha impedido al internacional español participar tanto en la Supercopa de España, en la que Atlético cayó por 31-34 ante el Barcelona Intersport, como en el arranque liguero ante el Naturhouse La Rioja.
También es baja el lateral danés Nikolaj Markussen, que deberá permanecer todavía tres semanas más de baja tras la intervención quirúrgica a la que se sometió el miércoles para "resecar" la masa que se le detecto en la cara posterior de la rodilla izquierda.
La ausencia de Markussen acentúa, todavía más si cabe, la sensación de equipo a medio hacer que el Atlético transmitió ante catalanes y riojanos, pese a la pequeña mejoría que los de Dujshebaev evidenciaron en el choque con el equipo de Logroño.
Y es que como no dudan en reconocer tanto el cuerpo técnico como los integrantes de la plantilla rojiblanca, al conjunto madrileño le faltan todavía muchas horas de trabajo para acercarse al equipo que deja vislumbrar por momentos.
La falta de entrenamientos ha obligado al Atlético de Madrid a refugiarse en una defensa 6-0, en espera de que los siete recién llegados asimilen todos los matices del 5-1 defensivo, que ha caracterizado al equipo de Dujshebaev en los últimos años.
Ese cambio, que como se evidenció en el duelo con el encuentro con el Naturhouse La Rioja, merma la capacidad de los madrileños para desplegar su fulgurante juego de transición, propiciando larguísimos ataques estáticos en los que el Atlético acusa la falta de compenetración entre sus miembros.
No obstante, el inmenso potencial que atesora la remozada plantilla rojiblanca, permite a los madrileños mantener intacto el cartel de favorito en un choque, en el que el Atlético parece más preocupado por completar su proceso de construcción que por conservar el liderato.
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