¿Quién se atreve a destronar al rey? Uchimura sale en defensa de su corona olímpica

Muchos le consideran ya el mejor gimnasta de la historia, y después de liderar a Japón en su exitoso asalto en equipo al dominio chino, su reino parece infinito. Pero para este atleta obsesionado con la perfección siempre quedan retos, el próximo: defender el miércoles su título olímpico individual.

Kohei Uchimura llevaba años anunciándolo, nada le haría más feliz que conducir a Japón de nuevo a la cima de la gimnasia mundial, como en aquel pasado dolorosamente lejano donde el país coronó su escuela con los cinco oros consecutivos de Roma-1960 a Montreal-76.

El primer paso lo dio el año pasado en el en Glasgow, donde el quinteto nipón se reencontró con el oro en un Mundial 37 años después. El salto definitivo se hizo esperar, sin embargo, hasta el lunes con el primer título olímpico desde Atenas-2004.

La medalla que tanto le obsesionaba ya es suya, pero el ganador de diez títulos mundiales, seis de ellos en el concurso individual, no piensa bajarse ahora del tren que le lleva la historia.

La próxima parada será la defensa de la corona olímpica que se llevó de Londres-2012. Si 'King Kohei' lo consigue, este hijo de gimnastas sumaría su séptima medalla olímpica, la tercera de oro, e ingresaría en el selecto club de los bicampeones olímpicos en el concurso general, cerrado para los mortales desde hace 44 años.

Allí le esperan el italiano Alberto Braglia (1908, 1912), el soviético Viktor Chukarin (1952, 1956) y el japonés Sawao Kato (1968, 1972). Ni siquiera el genial Vitaly Scherbo, el único gimnasta que tiene más oros mundiales que Uchimura (12), pudo repetir triunfo tras su increíble gesta de Barcelona-1992, donde logró seis oros.

Al terminar su último ejercicio el lunes, Uchimura se inclinó fuera del tapiz a tomar aire. Estaba agotado. Había sido el único de su equipo en subirse a los seis aparatos, aunque el triunfo le quitaría después todos los males.

Ese mismo esfuerzo tendrá que repetirlo el miércoles, ya que como él mismo apuntó tras el título por equipos, las finales olímpicas son especialmente complicadas. Nadie se reserva nada y todos quieren el oro a cualquier precio.

Más impreciso que de costumbre, el infalible Uchimura ya había mostrado signos de humanidad durante la clasificación del sábado, donde terminó segundo, por detrás del sorprendente ucraniano Oleg Vernyayev, cuarto en el Mundial de Glasgow, y del ruso David Beliavski, undécimo en Escocia.

Mientras el chino Shudi Deng, bronce mundial, obtuvo la cuarta mejor nota, la caída más inesperada fue la del cubano Manrique Larduet, cuya plata en Glasgow palideció el sábado hasta el 15º lugar de la clasificación.

"Confíen en mí, que me he preparado muy bien", dijo después el atleta de 20 años. "Tengo cuatro días para trabajar duro y recuperarme para la final", añadió.

Dos posiciones por encima quedó el colombiano Jossimar Calvo, que llegó a Rio con sus cinco medallas panamericanas, tres de oro, logradas en Toronto-2015 como aval y no decepcionó en su debut, entrando en la final con la 13ª mejor nota.

Mecidos por una afición que los llevó de la mano a la primera final olímpica por equipos de su historia, los gimnastas latinoamericanos que llegan mejor posicionados a la decisión individual son los brasileños Sergio Sasaki (8ª) y Arthur Nory (11º).

La fiesta en Rio es suya, la gloria, de momento, es cosa de Uchimura.

Mostrar comentarios