Aumentan los problemas de fertilidad por el consumo de esteroides

Ferran García, director de la Unidad de Andrología del Institut Marquès, advirtió este jueves de los peligros que entraña el consumo abusivo de anabolizantes para la salud sexual y reproductiva de los varones, que, según su experiencia, los utilizan cada vez más para ganar musculatura.
El doctor García alertó de que en los últimos años el consumo de esteroides, especialmente en varones jóvenes, "ha ido extendiéndose hasta convertirse en un peligro para la salud, cuyas consecuencias pueden ser, en algunos casos, irreversibles".
Algunos de los efectos que los anabolizantes pueden provocar en el varón que recurre a ellos para conseguir una mayor masa corporal por razones puramente estéticas son la azoospermia (ausencia de espermatozoides en el eyaculado), ginecomastia (desarrollo de la mama masculina) o disfunción eréctil, entre otros trastornos sexuales.
Aunque este especialista dice no disponer de datos concretos sobre el porcentaje de consumidores de anabolizantes con problemas sexuales o de fertilidad, sí asegura haber notado en su consulta un incremento de este tipo de situaciones en los últimos años.
"Si antes veíamos un caso de hombres con problemas sexuales o de fertilidad por consumo abusivo de anabolizantes cada tres años, ahora puede haber uno cada tres meses", declaró a Servimedia el experto.
En su opinión, la venta ilegal, la falta de control médico y el mercado negro convierten el uso de esteroides en un peligro para la salud del que hay que advertir a padres y a la sociedad en general.
"Es necesario concienciar a la sociedad sobre los peligros que entraña para la salud el abuso de estas sustancias, que se realiza sin ningún tipo de control médico y para las que existe un auténtico mercado negro en Internet que llega incluso a la venta de anabolizantes que son de uso veterinario", aseguró García.
Según dijo, los más afectados por esta práctica son varones asiduos a gimnasios en los que se promueve el consumo de anabolizantes, que suelen desconocer las consecuencias del abuso de estas sustancias, y fisio-culturistas profesionales, que sí son conscientes de los problemas que pueden tener pero que, a veces,
anteponen la estética corporal a su salud.