Barcelona 4-1 Espanyol: el rey Messi noquea a los pericos en un derbi bronco

El Barcelona se impuso4-1 al Espanyol en el partido de ida de octavos de final de la Copa del Rey y dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria. Los azulgranas comenzaron perdiendo, pero terminaron dando la vuelta al electrónico -ayudado por las lesiones rivales y las dos expulsiones sufridas- y arrollando al rival.

El segundo derbi catalán llegó marcado por la polémica vivida el pasado sábado en un derbi liguero de alto voltaje que concluyó con empate a cero gracias a unos pericos sólidos y contundentes y unos culés faltos de pegada que se estrellaron contra los palos del Power8 Stadium. Este ambiente caliente se trasladó al Camp Nou, donde no faltaron entradas fuertes, tánganas, expulsiones y una afición exaltada que terminó coreando 'olés'. El árbitro Martínez Munuera no quiso que este escenario acalorado le explotara, por lo que desde un primer momento puso orden con las tarjetas.

Luis Enrique dio sus primeros minutos a Arda Turan y Aleix Vidal, los dos 'nuevos' fichajes azulgranas de este mercado de invierno. El ex del Atlético de Madrid lo hizo de inicio, en lugar de Rakitic -que tiene todas las papeletas de ser con quien más le toque repartirse minutos-. Jugó en la sala de máquinas junto a Busquets e Iniesta. El turco no desentonó, pero no mostró todo su potencial. Quedó a la sombra del de Fuentealbilla, que hipnotizó con su reparto de juego y acciones de bella factura. Por su parte, el lateral derecho procedente del Sevilla salió desde el banquillo en la segunda parte en sustitución de Alves y se le vio lanzado al ataque, ayudado por el rumbo que tomo el partido tras el descanso.

Tras el tenso e igualado partido de la jornada pasada, Luis Enrique no quería correr riesgos en casa, por lo que optó por un once estelar (empezando por la MSN) con el que intentar dejar sentenciada la eliminatoria en la ida (y le salió bien). Constantin Galca, satisfecho con el trabajo de sus hombres en Cornellá, también salió con un planteamiento valiente, dispuesto a dar la sorpresa en el Camp Nou. Introdujo tres cambios en su once titular respecto al otro día (Raíllo, Abraham y Gerard Moreno entraron por Álvaro, Burgui y Jordán), colocando una maquinaria de ataque potente formada por Hernán Pérez, Marco Asensio, Caicedo y el mencionado Moreno.

Una apuesta ofensiva que le dio sus frutos muy pronto. En el 9, Caicedo culminó una contra bien llevada por Marco Asensio. El ecatuariano recibió el cuero, recortó a Mascherano y engañó a Ter Stegen para poner el 0-1. Sin embargo, la alegría perica se vino abajo a los cuatro minutos, cuando Messi, que había perdonado una clara anteriormente, aprovechó un fantástico pase filtrado de Iniesta para poner la igualada. Con el 1-1, el Espanyol incomodó al Barça. No fluía el juego culé, a excepción de pinceladas de Neymar, Messi y del manchego. El signo del partido podría haber cambiado si el colegiado hubiera visto el penalti cometido por Javi López sobre el '11' azulgrana. El lateral derecho, en su intento por despejar, golpeó la pierna del brasileño. El árbitro no pitó nada.

Cuando el Espanyol parecía tener el partido controlado, este se le empezó a torcer con la lesión de su goleador Caicedo en el último tercio de la primera parte. El futbolista intentó por todos los medios continuar sobre el césped, pero le fue imposible y Galca se vio obligado a dar entrada a Jordán.

El partido parecía destinado a irse a los vestuarios con empate a uno, pero una genialidad de Messi de falta directa culminó la remontada en el 44'. El argentino, desde larga distancia, golpeó al larguero y la coló dentro de las mallas de Pau. Un gol psicológico, como quedó demostrado en la segunda mitad.

Pero antes de reanudarse el partido tras el paso por vestuarios, el Espanyol sufrió otro contratiempo en forma de lesión. Marco Asensiotuvo que ser sustituido por Salva Sevilla. Ya con el balón en juego, en el 49', Piqué dejó KO a los blanquiazules con su gol a pase de Messi. La alegría que no se le vio en el primer acto a los azulgranas, apareció en la segunda.

El partido se convirtió en un monólogo de los locales, un monólogo que calentó a los de Galca, lo que provocó varias tanganas y las expulsiones de Diop y Hernán Pérez. Ni estos altercados frenaron el peligro sobre los visitantes. Al Espanyol se le hizo eterno el encuentro, y, si no llega a ser por las buenas intervenciones de su guardameta -que también tuvo el feo gesto de agredir a Messi con un pisotón-, el resultado hubiera sido más amplio que el 4-1 final que selló Neymar con su gol,tras una fantástica pared con Messi, que terminó el partido con dos goles y dos asistencias.