Parece imposible que si en un mismo equipo juegan Cristiano Ronaldo, Kaká, Di María e Higuaín, éste cierre una primera parte sin un tiro entre los tres palos… pero en el Camp Nou sucedió. Pese a que el conjunto blanco mostró una versión mucho mejor que en el encuentro de ida, con mayor mordiente, intensidad y la línea de presión más adelantada, el resultado fue el mismo: ni una ocasión clara en el primer tiempo.
El Barcelona fue el dominador de los cuarenta y cinco minutos iniciales: siete acercamientos al área de Casillas, cuatro ocasiones claras y dos córners. Los azulgranas acapararon el 69% de posesión, lo que supone que el balón estuvo en su poder 22 minutos y 25 segundos en la primera mitad, frente a los 10 y 3 segundos que lo tuvo el Real Madrid (el esférico estuvo en juego 32' 28''). Los de Mourinho dispararon a puerta, sólo provocaron un saque de esquina y un fuera de juego… un bagaje escaso para intentar una remontada en Europa.
Leve, pero insuficiente, mejoría en la segunda mitad
En la segunda parte las cosas cambiaron en parte, pero no lo suficiente. Aunque hubo una jugada que pudo cambiar el encuentro: el gol anulado a Higuaín dos minutos después de la reanudación. Los culés acusaron el golpe y se mostraron algo indecisos, lo que aprovechó el Madrid para insistir sobre la portería de Valdés. Pero una vez, no finalizaron sus jugadas. Fueron tres los disparos a puerta con los que los blancos abandonaron el partido, muy escaso bagaje para tener que remontar dos goles.
Tras el gol de Pedro, Marcelo logró el empate remachando una buena acción de Di María, pero con 25 minutos por delante, no llevó el peligro suficiente sobre la portería azulgrana como para que los aficionados culés vieran peligrar su billete a Londres.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios