Basso se exhibe en el Monte Zoncolan y se adjudica la etapa reina del Giro

  • El italiano de Liquigas, Ivan Basso, ganó la etapa reina del Giro tras una auténtica exhibición en el Monte Zoncolan. David Arroyo sigue con la maglia rosa.
N. Díaz

Llegó el Monte Zoncolan. Poco más que decir. De los puertos más duros de Italia sino el que más. A ocho kilómetros de meta comenzaron las hostilidades entre el grupo de los favoritos, donde en un principio se encontraba la maglia rosa del Giro, el español del Caisse d’Epargne, David Arroyo. Basso, Evans y Scarponi se fueron del resto, Por detrás, a unos 15 segundos Nibali, Cunego o Vinokourov, y algo más atrasado Arroyo. Sastre intentaba llegar a la maglia.

Los ciclistas hacían verdaderos esfuerzos para mantener el equilibrio, en un puerto con una media del 15% y rampas de hasta el 22%. El Zoncolan, una especie del archiconocido Angliru asturiano. Por delante seguía Sijmens, el único superviviente de la escapada de la jornada. A seis de meta se descolgaba Scarponi. Basso, muy fuerte, intentaba dejar a un Evans que estaba sufriendo una barbaridad. Los dos ya eran cabeza de carrera.

Continuó la exhibición de Ivan Basso, como en sus buenos tiempos. A ritmo, tirando sin parar, sin levantarse del sillín, y con la sombra de Cadel Evans durante toda la subida. El italiano le iba metiendo tiempo a sus rivales en cada metro que cubría. Arroyo mientras luchaba solo y sin ayuda contra el Zoncolan y contra sí mismo.

Y llegó el momento clave a 3,7 kilómetros de meta. Basso se levantó por primera vez y tras torturar a Evans lo acabó sacando de punto. El italiano se iba directo y sin compañía hacia la cima. No sólo era la etapa sino que Basso le iba a sacar tiempo en la general al australiano, uno de los favoritos a la victoria final. Evans sacó fuerzas de flaqueza para intentar perder el menor tiempo posible con el corredor del Liquigas. La diferencia se situaba en el medio minuto.

Mientras, Basso a lo suyo. Con la mirada clavada al frente, buscando la línea de meta, esa que tenía que encontrar después de atravesar tres túneles. Evans luchaba pero Ivan iba mejor, tanto que le seguía metiendo segundos en cada pedalada. Basso levantó levemente una de sus manos para celebrar la victoria. La mereció desde el inicio del puerto. Cadel llegaba a 1:19. Y después, un rosario de corredores con la cara desencajada por el tremendo esfuerzo realizado. Scarponi, Cunego, Vinokourov y Sastre fueron los siguientes. Arroyo llegó a 3:50, pero sigue vistiendo la maglia rosa. El apoyo de la gente simplemente espectacular, con una marea de aficionados que cubría cada centímetro del recorrido.

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