Boateng: "Ronaldinho es mejor que Zidane, Pelé y Maradona"

Kevin-Prince Boateng se convirtió en uno de los fichajes más inesperados del verano. El futbolista de Ghana recaló en la Unión Deportiva Las Palmas de Quique Setién, y en una entrevista a 'Fox Sports' ha desgranado su última aventura. 

"Si la gente viniera a Canarias, seguramente entendería porque elegí jugar con Las Palmas: sol y calor. Es la clave para levantarse por la mañana con buen humor.

He jugado en las cuatro mejores ligas del mundo: Premier (Tottenham y Portsmouth), Bundesliga (Hertha Berlín, Borussia Dortmund y Schalke) y Calcio (Milan) y cada campeonato tiene sus cosas buenas y malas. Lo bonito del fútbol español es que todos los equipos, incluso los más pequeños, quieren jugar con el balón", afirma. 

En España fichó por Las Palmas y así explica Boateng por qué eligió el proyecto. "Cuando estaba eligiendo el club en el que jugaría me llamó mucho la atención el proyecto que me propusieron: el presidente y el entrenador lo tienen muy claro, un club pequeño pero fuerte que quiere jugar bien... ¡Y vaya ambientazo que encontré en mi llegada en Canarias!", señala.

Muchas voces dijeron que el entrenador no estaba de acuerdo con el fichaje porque no encajaba con su estilo de juego, pero lo cierto es que la relación entre ambos es muy buena.

 "Fuera de la cancha es muy amable, se ríe y hace bromas, pero durante los entrenamientos exige mucho y quiere ganar siempre. Es muy perfeccionista, cuándo jugamos en Mestalla y metimos 4 al Valencia creíamos haber hecho un buen trabajo. Pues el día siguiente tuvimos una reunión técnica de una hora y cuarto solo para señalar todos los errores que hicimos durante el partido", relata Boateng sobre su técnico.

Jugar en las cuatro grandes ligas le ha permitido compartir vestuario con grandes futbolistas, pero para Boateng hay uno por encima del resto. 

"Ronaldinho. Cuando vino al Milan ya no era el mejor 'Dinho' de su carrera, pero cuando quería, mostraba lo que sabía hacer con el balón y era impresionante. En esos momentos te dabas cuenta de que era el mejor jugador del mundo: más allá de Zidane, Pelé o Maradona.

Cuando no salía por la noche y había descansado bien, venía a los entrenamientos y nombraba los nombres de los compañeros a los que les iba a hacer un túnel. Y al final, lo hacía. Podía golpear el travesaño cuántas veces quería y había malabarismo con la pelota que ni podía imaginar. Era imposible encontrar tanto talento en un jugador de un metro y ochenta de altura", asegura.