Los brasileños quieren ser profetas en su tierra en vóley playa

El objetivo de Brasil es claro: conseguir el doblete en vóley playa en los Juegos de Rio sobre la celebérrima playa de Copacabana, marco ideal para esta disciplina que ya se practicaba allí mucho antes de convertirse en olímpica.

Pero no será fácil. Y es que, aunque los brasileños adoran la playa, sus resultados en Juegos Olímpicos no siempre han estado a la altura de sus expectativas: una única medalla de oro masculina, en Atenas-2004, y una femenina, en Atlanta-1996, año en el que este deporte entró en el programa olímpico, ocupan sus vitrinas.

Los estadounidenses, otro de los fortines del voleiplaya, les han superado a menudo: seis títulos, tres en hombres y tres en mujeres.

Los resultados en el último campeonato del mundo, en 2015, alientan a los anfitriones: Brasil logró cinco de las seis medallas posibles, una hazaña imposible en Rio de Janeiro ya que sólo se permiten dos equipos por país.

En la rama masculina, Alison Cerutti y Bruno Schmidt lograron el oro ante los holandeses Christiaan Varenhorst y Reinder Nummerdor, un veterano de 39 años cuya época dorada data del año 2000.

Estados Unidos contará con un miembro de su vieja guardia, Phil Dalhauser, campeón olímpico en Pekín-2008, que formará equipo con su coetáneo Nick Lucena, de 36. Los dos lideran el "World Tour" esta temporada.

En el cuadro femenino, las brasileñas Barbara y Agatha son las vigentes campeonas del mundo. La triple campeona olímpica, la estadounidense Kerri Walsh, aún sigue en liza, pero no así su compañera Misty May, sustituida por April Ross.

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