Suárez, que fue capaz de reponerse al set en blanco que logró su rival en el inicio y que jugó con todo el público de la Rod Laver Arena en contra, se enfrentará ahora a la polaca Agnieszka Radwanska.
"Fue difícil porque jugaba contra una multitud que apoyaba a la jugadora local", dijo la canaria, de 29 años, que no alcanzaba los cuartos en el primer grande del año desde su debut en 2009.
"Sentí dolor, pero forma parte del juego. Tienes que jugar con dolor hasta el final, estoy contenta porque he luchado hasta lograr el punto definitivo", añadió la tenista que fue atendida en una rodilla por los médicos en el segundo set.
La derrota fue un golpe duro para el público australiano que esperaba que Gavrilova se convirtiera en la primera jugadora local en alcanzar los cuartos en Melbourne desde 2009.
Gavrilova, nacida en Moscú hace 21 años y nacionalizada australiana, se había convertido en una de las sensaciones del torneo, tras derrotar a la checa Petra Kvitova (N.6) y a la francesa Kristina Mladenovic (N.28).
Impulsada por sus actuaciones precedentes, arrasó a Suárez en una primera manga impecable.
Pero la española no se dejó intimidar, exhibió su variedad de golpes e hizo valer su experiencia ante una tenista a la que la presión se le volvió en su contra.
Atenazada por los nervios, Gavrilova empezó a encadenar errores y a ceder juegos hasta caer en dos horas y tres minutos.
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