Carles Puyol se va a final de temporada tras una vida dedicada al Barcelona

    • Puyol lo deja después de una vida entera dedicada al Barça, pero nos queda su recuerdo, su espíritu, su casta y su carácter indomable.
    • No es un icono mediático, no le gusta nada la televisión ni que se hable de él, pero es uno de los jugadores más queridos por la afición del Barça.
Carles Puyol
Carles Puyol
Jorge Ramirez Orsikowsky
Manu Azpicueta

Carles Puyol i Saforcada nació en Puebla de Segur, Lérida, 13 de abril de 1978 y pertenece a esa generación inolvidable del fútbol español que lo ha ganado todo. Es campeón del Mundo y bicampeón de Europa con la selección española y lleva toda la vida en el Barcelona, del que se marca como capitán con un brazalete que podría llevar bordado en su propia piel. Sus señas de identidad, una melena al viento que nadie ha sido capaz de cortar, una velocidad endiablada y un compromiso que convierte cada partido que juega en una final.

Carles llegó a la Masía en la temporada 1995-96, con 17 años para jugar en el Barça B. Despuntó en el filial, en el que jugaba como lateral derecho disputando más de 80 encuentros oficiales con el segundo equipo hasta que en 1999, el entonces entrenador del Barça, Louis van Gaal, le hizo debutar con 'los mayores'. Puyol tenía 21 años, pero se movía en la defensa con la soltura de un veterano y con una casta inigualable que le ha definido como futbolista de raza y le ha acompañado en todos sus años como profesional.

Con Van Gaal jugaba en el lateral derecho, en ese rol destacó como buen marcador y jugador rápido en el corte, aunque no subía mucho por la banda. Su polivalencia le hizo jugar también en el centro de la defensa. En ese puesto encajaban mejor sus cualidades y de esta forma se afincó. En 2003, el entonces presidente barcelonista Joan Gaspart le firmó una ampliación de contrato con el conjunto catalán hasta el 30 de junio de 2007, que lo convirtió en uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla, con una cláusula de rescisión de 180 millones de euros.

Antes de que empezara la temporada 2004-05, Puyol es nombrado capitán del equipo, habiendo sido elegido por sus compañeros con la aprobación de Frank Rijkaard, sucediendo así a Luis Enrique y Philip Cocu, que se retiraron y abandonaron el club respectivamente la temporada anterior. Desde ese día, Puyol ha sido el líder del Barça ha compartido la defensa con varios compañeros, pero solo él ha permanecido siempre en su puesto.

Quince años después de su debut ha manifestado el mismo orgullo en vestir la camiseta de su único club, el Barça con el que lo ha ganado todo. Puyol lo deja después de una vida entera dedicada al Barça, pero nos queda su recuerdo, su espíritu, su casta y su carácter indomable. Un recuerdo que perdurará durante muchos años. Los jugadores como él no se olvidan porque son únicos y no saldrá uno igual en los próximos años.
La muerte de su padre endureció su fútbol y su carácter

El 3 de noviembre de 2006 Carles Puyol recibió una de las peores noticias de su vida, su padre, Josep Puyol, fallecía a los 56 años, en un accidente laboral en el municipio de Sarroca de Bellera, a 15 km de Puebla de Segur. El jugador tenía en su figura paterna un ejemplo de sacrificio y trabajo, como explicaba en su biografía 'Mi partido', antes del suceso, y el golpe moral para Carles fue muy duro. 'Puyi' era un hombre muy familiar y quiso 'retirar' a su padre con su sueldo como futbolista, pero Josep no quiso. De su intimidad solo sabemos que comparte su vida con la modelo Vanesa Lorenzo con la que tuvo una hija llamada Manuela el pasado mes de enero.

Desde entonces, Puyol es muy protector con todo lo que significa su vida privada. Se le han conocido diferentes relaciones, pero no porque él hiciera publicidad de las mismas. Su carácter se endureció, pero su compromiso con el Barça y con 'la Roja' no solo no se empequeñeció, sino que también se vio aumentado.

Todo lo que iba a hacer a partir de ese momento iba a ser para su padre y Puyol se dejó la piel más que nunca, pero ahora su físico ha dicho 'basta'. Las lesiones están atormentando al capitán en la que es su última temporada en el Barça y lo que no quiere Carles por nada del mundo es 'arrastrarse' por los campos o jugar por compromiso por todo lo que ha ganado. Su físico le retira, pero su alma siempre estará en el vestuario del Barça.

No es un icono mediático, cuando ha hecho anuncios lo ha hecho a disgusto porque no le gusta nada la televisión ni que se hable de él, pero es uno de los jugadores más queridos por la afición del Barça. Los niños culés no solo quieren ser Neymar o Messi, los que juegan atrás en sus equipos solo quieren ser Puyol. Su peculiar forma de jugar-ha sido uno de los mejores centrales del mundo- ha inspirado a las jóvenes generaciones porque Puyol ha sido también un gran ejemplo a seguir.

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