Cazorla, Benzema, Xavi, Diego Costa, Soldado y Molina-Abel

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Roberto Morales

Madrid, 18 mar.-

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- SANTI CAZORLA.

La sonrisa de la Liga devuelve la emoción a la lucha por el título y mantiene al Málaga en puestos de Liga de Campeones gracias a un gol en el estadio Santiago Bernabéu que frena a un Real Madrid que parecía imbatible.

Cazorla no mira al pasado. Sonríe al futuro. Por eso no guarda remordimientos de su fichaje frustrado por el Real Madrid. Pero seguro que sintió un cosquilleo por dentro cuando sobre la hora, tras dirigir al Málaga a un gran partido, ubicó en la escuadra de Iker Casillas una de esas faltas con las que se pican en los entrenamientos de la selección española. Su gol dará la vuelta al mundo. Santi cortó la racha de once victorias consecutivas del equipo de José Mourinho.

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- KARIM BENZEMA.

Representa la transformación de un futbolista que evoluciona como goleador fino y luchador incansable. Lo que antes perdonaba ahora lo convierte en gol. Genera ocasiones de la nada. Donde antes no había lucha ahora existe pelea. La competencia con Gonzalo Higuaín le hace mejor. José Mourinho esquiva responsabilidades en su mejora. Las tiene, pero compartidas con Zinedine Zidane.

Karim admira a 'Zizou', verle volcado para que terminase de acoplarse al fútbol y la vida en España le dio el impulsó definitivo. El fútbol de Benzema está repleto de confianza en la actualidad. Cada una de sus acciones tiene sentido. Marcó al Málaga y dejó gestos técnicos de calidad, en taconazos o un pase de pecho, que muestran que nada le frena. Superada una inoportuna lesión muscular, quiere ser pieza clave en el éxito madridista en la recta final de la temporada.

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XAVI HERNÁNDEZ.

El cerebro de uno de los estilos más vistosos de fútbol en toda su historia ha desatado esta temporada su cara más goleadora. Xavi no se conforma en construir como pocos con su privilegiada visión. Sabe que en la actualidad un centrocampista debe aportar llegada y el diseño del Barça es perfecto para descolgarse en ataque.

Ya firma esta temporada trece goles. Diez en Liga para ser el sorprendente segundo goleador del equipo tras el inalcanzable Leo Messi. Su sociedad es ilimitada. Sin egoísmos. Comparten faltas sin enfados. El argentino dejó chutar a Xavi en el Pizjuán. El balón inalcanzable para Andrés Palop.

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DIEGO COSTA.

Solo los dirigentes rayistas que se lanzaron a su contratación en el mercado invernal podían imaginar un rendimiento tan perfecto como el que está dando el brasileño Diego Costa al Rayo. Es el fichaje tipo de una película de éxito llamada 'Moneyball', en la que Brad Pitt hacía lo mismo para un modesto equipo de la liga norteamericana de béisbol.

Como director deportivo asumía el riesgo de la crítica y fichaba jugadores sin mirar edad o situaciones extra deportivas. Pocos habrían apostado en España por Diego Costa. Un futbolista que venía de una lesión de rodilla y sin continuidad en el Atlético de Madrid. En Vallecas se reivindica y hace soñar con Europa a una modesta barriada. Marca, asiste y pelea cada balón para ganarse un futuro mejor. Una operación 10.

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- ROBERTO SOLDADO.

Se acerca la Eurocopa 2012 y la pelea por un puesto de 9 en la selección española comienza a ponerse al rojo vivo. Del Bosque espera la recuperación de David Villa y da plaza fija a Fernando Llorente. Solo queda una para tres candidatos: Álvaro Negredo, Fernando Torres y Roberto Soldado.

El día en el que el 'niño' Torres vuelve a las portadas por reencontrarse con el gol dando un doblete al Chelsea, Soldado responde firmando un triplete en La Catedral del fútbol para el Valencia y pasa a ser el máximo goleador nacional de la Liga. No hay tregua. Un bajón te deja fuera. Negredo lo está sufriendo por culpa de las lesiones musculares, Roberto no quiere que su exhibición en el regreso a la 'Roja' quede en nada. La Eurocopa es su gran reto.

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- JOSÉ MOLINA / ABEL RESINO.

Son dos entrenadores de nuevo cuño con un pasado en común: fueron porteros del Atlético de Madrid. Lo vieron todo desde el arco y su pasión por el juego la trasladan ahora a los banquillos. Molina con la mala suerte de tomar las riendas de un Villarreal de capa caída. Abel representando la otra cara de la moneda al resucitar a un Granada que veía acercarse el regreso a Segunda División.

Es la diferencia de coger un equipo diseñado para pelear por Europa y sin su líder lesionado, Rossi, a entrar en un grupo que tenía diferencias con el anterior entrenador y responde en el campo para tomar aire en Primera. Molina ya es una víctima del año para el olvido del Villarreal. Abel se reivindica con una plantilla modesta que ha pasado a luchar cada partido como una final para agarrarse a la permanencia.

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