El Celta y el Atlético lo dejaron todo para la vuelta despues de empatar sin goles en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Ambos equipos jugaron pensando en una eliminatoria a 180 minutos y prefirieron resguardarse a atacar la portería rival. Godín y Moyá fueron los mejores en los rojiblancos, mientras que Aspas y Radoja destacaron en los vigueses.
El Atlético de Madrid se presentó en Vigo con ocho titulares sobre el terreno de juego y la columna vertebral entre ellos. Godín, Gabi y Griezmann, acompañados por Filipe y Augusto. El resto eran habituales suplentes, incluido Moyá en la portería. Berizzó colocó al mejor once posible, contando con la lesión de Nolito y las molestias de Hugo Mallo.
Solo habían pasado 10 días desde el duelo liguero que el Atlético ganó por 0-2 en Balaídos, pero esta vez la batalla era a 180 minutos. Una partida de ajedrez entre Berizzo y Simeone que terminó en tablas. El Celta salió decidido a no encajar y comenzó jugando unos metros más atrás de lo habitual. Esto lo aprovecharon los rojiblancos para dominar de inicio y crear peligro sobre la portería del joven Rubén Blanco. Gámez protagonizó una gran jugada individual en la derecha y su pase de la muerte no lo remataron Griezmann ni Koke a gol por centímetros.
El Celta despertó a los 15 minutos, tomó el mando del partido y ahogó la salida del Atlético. Augusto, Gabi y Koke no eran capaces de conectar con los tres de arriba, mientras que la dupla Aspas - Guidetti comenzaba a aparecer. El delantero gallego tuvo una gran ocasión tras una buena incorporación de Jonny, pero su remate se estrelló en el cuerpo de Moyá.
El Atlético levantó en Balaídos entonces el muro de cada partido, es el equipo menos goleado de Europa, y los acercamientos del Celta no se transformaban en peligro. Tampoco Jackson estaba enchufado y Simeone le retiró en la segunda mitad para que entrase Correa. También entró Vietto por Carrasco y el equipo rojiblanco mejoró y estuvo cerca de la victoria.
Priemro Savic rozó el gol con la cabeza a la salida de un córner y después fue Correa el que cabeceó por encima del larguero tras una gran jugada combinativa. Apenas Aspas puso la réplica para los vigueses en una jugada a balón parado y Berizzo dio entrada al debutante Beauvue. Pero el remate más peligroso del Celta lo hizo Augusto en propia puerta, quizás acostumbrado a jugar en Balaídos, cedió el balón para Moyá cuando el portero salía y Gabi llegó hasta la línea de fondo para salvar a su equipo.
La jguada polémica del partido llegó en el último minuto, cuando el balón tocó en el brazo de Thomas tras un cabezazo en el área y el colegiado pudo señalar penalti, pero no lo hizo. El 0-0 dejó la eliminatoria igualada, totalmente en el aire y no se puede descartar una prórroga en la vuelta. El Atlético tendrá que ir a por un gol, pero lo hará sin descuidar su portería y el Celta esperará para aprovechar su oportunidad y meterse en semifinales. De nuevo Berizzo y Simeone moverán sus piezas.
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