El ciclismo de ruta de las caídas y las sorpresas

Se esperaba al británico Chris Froome y apenas se mostró. Se contaba con el español Alejandro Valverde y éste ni siquiera apareció. Como tampoco lo hicieron la inglesa Lizzie Armitstead ni la francesa Pauline Ferrand Prevot. El ciclismo de ruta de Rio-2016 estuvo marcado por las sorpresas y las caídas.

La exigente prueba por las carreteras de la ciudad brasileña se cobró a los favoritos antes de tiempo, con la excepción de la ganadora holandesa Anna van der Breggen pero, ¿qué hubiera pasado si su compatriota Annemiek van Vleuten no se hubiera caído en el descenso de Vista Chinesa?

Entre los aspirantes, sólo el 'Tiburón' italiano Vincenzo Nibali dio un mordisco a la carrera pero su aparatosa caída dio al traste con cualquier opción de victoria. El segundo tropiezo del día, después del que sufrió Richie Porte en un lugar parecido, le costó la clavícula y decir adiós a la temporada.

En hombres, sin Nibali, Valverde ni Froome, con los colombianos desaparecidos, a excepción de Sergio Luis Henao, que corrió idéntica suerte que el italiano, la medalla se fue a Bélgica, al cuello de Greg van Avermaet.

Hasta ese momento, sus mayores logros había sido su triunfo en la Vuelta a Bélgica en 2015 y dos etapas del Tour de Francia (2015, 2016).

A sus 31 años, van Avermaet se convirtió en el primer belga en ganar en ruta desde 1952. Nadie contaba con él pero la presea voló hasta Lokeren, su ciudad natal.

Le acompañaron en el podio el danés Jakob Fuglsang, con el mismo tiempo, y el polaco Rafal Majka, a cinco segundos. Froome finalizó duodécimo, a casi tres minutos.

Gran Bretaña, quien dominó el ciclismo en Londres-2012 con ocho de los 18 títulos en juego, empezaba con mal pie.

Y en mujeres no fue diferente. La campeona del mundo de ruta, la británica Armitstead, se desfondó en la exigente subida a Vista Chinesa y su máxima rival, Ferrand Prevot, hizo lo propio.

Armitstead, en el punto de mira tras ser rehabilitada después de ser suspendida por infringir las normas antidopaje, vivió en los días previos una batalla dialéctica en las redes sociales con la francesa pero la sangre no llegó al podio.

Tampoco hizo acto de presencia la holandesa Marianne Vos, quien se mostró ligeramente en la mitad de la carrera y se diluyó como el azúcar con el paso de los kilómetros.

Van Vleuten, con quien pocos contaban, realizó la gesta de la prueba, trepando como nadie por las cuestas pero se cayó cuando lideraba la prueba y la estadounidense Mara Abbott acarició la victoria hasta quedarse sin oxígeno en los últimos metros.

El mérito de la favorita van der Breggen fue creer en sus posibilidades y acabó adelantando a Abbott en la meta para colgarse su primer oro olímpico. Detrás, la sueca Emma Johansson y la italiana Elisa Longo Borghini, más lentas al sprint.

Con ese triunfo, Holanda ha ganado la carrera de ruta olímpica femenina en cuatro ocasiones (1988, 2000, 2012, 2016), siendo el país que más victorias ha obtenido de todos los participantes y, junto a los hombres, igualó a Italia con nueve preseas doradas en lo más alto del podio.

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