Pekín, 11 oct.- La alerta naranja, segunda en gravedad, por contaminación se mantiene hoy en Pekín, lo que obligó a cerrar o reducir actividades en más de un centenar de fábricas pequinesas y amenaza con afectar al partido amistoso que Brasil y Argentina disputan esta noche en el Estadio Olímpico de la capital.
Aunque los meteorólogos señalaron hoy que la lluvia podría reducir los índices de contaminación a partir de esta noche, la visibilidad en Pekín y otras zonas del norte de China sigue siendo escasa, y mucha gente ha optado por pasar el día libre en casa a consecuencia de la mala calidad del aire.
Siguiendo los planes de emergencia en caso de prolongada polución, también se ha ordenado detener las obras en edificios en construcción, y se ha prohibido la circulación de vehículos con cargas susceptibles de contaminar el aire, como tierra o grava.
Seis equipos de inspección han sido enviados a Pekín, la vecina Tianjin y la provincia de Hebei (que rodea a las dos anteriores) para supervisar las medidas de respuesta a la contaminación.
Ésta obligó hoy por el momento a recortar la etapa del Tour de Pekín, del circuito mundial de la UCI, y amenaza con forzar la cancelación, o al menos mermar la calidad, del Superclásico de las Américas que argentinos y brasileños disputan hoy.
El seleccionador brasileño, Dunga, ya se quejó en los entrenamientos de ayer de los problemas de salud que la calidad del aire podrían causar a los jugadores.
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