Clasificación Eurocopa 2016: España quiere despejar las dudas en el centenario de Del Bosque

    • España debe ganar a Bielorrusia (20.45 / La1) para acercarse a Eslovaquia, que ha ganado todos sus partidos y que jugará ante Macedonia
    • El técnico campeón del mundo y de Europa se convierte en el primer seleccionador nacional en alcanzar los 100 partidos.
El seleccionador español con más partidos de la historia.
El seleccionador español con más partidos de la historia.
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Es difícil inculcar la trascendencia de un partido cuando este llega a mediados de junio tras el frenesí vivido tras una exacerbada temporada que finalizó hace una semana. Y más cuando has ganado un Mundial y dos Eurocopas en dos años. Más por orgullo que por un pase que se presenta como previsible, España deberá ganar a Bielorrusia en Borisov para acercarse lo máximo posible a una selección eslovaca que ha ganado sus cinco partidos del grupo y que jugará se medirá este domingo a Macedonia.

Entre una mar de dudas en la portería y envuelto en el debate sobre los pitos de Piqué, la selección quiere sacar el billete para la Eurocopa de Francia 2016 ante una Bielorrusia a la que siempre ha ganado. En las dos décadas de vida que tiene Bielorrusia, se ha cruzado su camino ya en tres ocasiones con la selección española. La primera llegó el 12 de octubre de 2012, en un día de exhibición de la Roja con una actuación estelar de Pedro Rodríguez en Minsk (0-4). El segundo precedente llegó el 11 de octubre de 2013 en un partido en Palma de Mallorca en el que España se alejó de la brillantez pero se acercó definitivamente al pase al Mundial (2-1) y el tercer enfrentamiento fue en el Colombino en el partido de ida de clasificación en el que los de Del Bosque se impusieron (3-0) gracias a una actuación estelar de Isco.

Pero alejado de los números, este partido tiene un nombre propio: Vicente del Bosque. El técnico dirigirá su partido 100 en el banquillo de España y se convertirá en el único seleccionador en la historia del combinado nacional que ha alcanzado tal cifra. Además, el preparador ha conseguido 77 victorias, ocho empates y 14 derrotas al frente de la selección en sus primeros 99 partidos.Heredó un equipo campeón y lo convirtió en referencia

El ex técnico del Real Madrid, tras subirse al cetro mundial con el conjunto blanco y alejarse del fútbol tras un paso frustrado por el Besiktas, heredó un bloque excelso que había aprendido a jugar y ganar con Luis Aragonés. Ahí, el salmantino no le hizo un canto al ego y apostó por la línea continuista que había abierto las puertas del cielo a España en Viena. Toque, toque y ataque incluyendo algunas variantes tácticas que le hicieron a España ser mejor en defensa.

Su primera gran afrenta era el Mundial de 2010 que coronó el estilo de juego de una Selección española que mejoró en faceta defensiva gracias a una gran apuesta: Sergio Busquets. Ante las críticas de una opinión pública que denostó la inclusión del doble pivote compuesto por el jugador del Barcelona y Xabi Alonso que daba al ex jugador del Madrid más capacidad para llegar al ataque desde la segunda línea. "Si fuera jugador me gustaría ser como Busquets", esa frase, tras caer derrotado ante Suiza en el primer partido del Mundial define la principal virtud de Del Bosque: la capacidad para el dialogo. Porque en ocasiones es mejor tener buena mano izquierda que una gran novedad táctica.

Tras las fuertes críticas tras perecer en el debut, Busquets se confirmó como uno de los mejores jugadores de un Mundial donde España se proclamó campeona habiendo encajado tan solo dos tantos en un torneo que también encumbró a Pedro Rodríguez. Del Bosque dio la sorpresa incluyendo al jugador del Barcelona en once el partido de semifinales ante Alemania en detrimento de Fernando Torres y este respondió a la confianza del entrenador haciendo dos partidos excelsos ante los germanos (mermó las virtudes defensivas de Lahm) y en la final ante Holanda.Defensa del título con falso 9

Los galones conquistados en Austria y Sudáfrica convirtieron a España en referencia. Todos los equipos se miraron en el espejo de la Selección y Del Bosque también hizo lo propio pero a la inversa. Ante la lesión de David Villa y el bajo rendimiento mostrado por Fernando Torres, el salmantino optó por emular a Guardiola y colocar a Cesc Fábregas en la posición de delantero centro. La premisa era clara: el jugador culé debía asociarse con Xabi, Xavi e Iniesta y procurar llegar lo máximo posible desde la segunda línea. Así consiguió el primer tanto ante Italia en un debut con sabor amargo después del gol de Di Natale. España alcanzó la final del torneo disputado en Polonia y Ucrania después de ser más pragmático que vistoso. Mucho balón y algo de previsibilidad que acabó en una final que fue un canto al fútbol. Quizá ese haya sido el mejor partido en la historia de una selección española que tenía el mundo a sus pies.

En Maracaná abdicó el rey

La cruel derrota en la final de la Confederaciones ya dejó intuir algo: España necesitaba una pequeña remodelación. Del Bosque mantuvo el bloque que tanto le había dado y este abdicó en Brasil tras un partido funesto del que este sábado se cumplió un año ante Holanda. Los jugadores no tuvieron piernas en Brasil. Simplemente.

España se presentó en el primer partido con un once tipo que no pasaba por su mejor momento y lo pagó. Casillas venía de fracasar individualmente en la final de la Champions, Piqué obró un mal año, Alba y Busquets estaban tocados, Xavi había pasado a un segundo plano para Martino, Iniesta había perdido desequilibrio y Diego Costa venía de lesión. Todo esto se tradujo en un 5-1 en el partido inaugural que mandó a España para casa. Días después se comenzaron a hacer cábalas pero el destino de España estaba escrito. En el duelo ante Chile Del Bosque optó por sacar del once a Piqué y Xavi pero no fue suficiente. Los de Sampaoli pasaron por encima de una Selección española con poco aire y menos hambre, como afirmó Xabi Alonso tras perecer en Maracaná el templo del fútbol que vio al rey caer. Algo poético.

Revolución para defender título en París

Tras el fracaso de Brasil se atisbaba la dimisión de Del Bosque en el horizonte pero este optó por continuar en el que será su último trabajo. El arduo objetivo de volver a hacer grande a un equipo que tocó el cielo animó al preparador a seguir adelante. Xavi y Xabi Alonso pusieron punto y final a la etapa en la selección y con ellos se marchó una gota del estilo que deben recoger jugadores como Koke, Busquets y Fábregas. El resto sigue siendo el equipo que pereció ante Holanda pero con variantes. El técnico sigue haciendo"transiciones poco dolorosas" como es de la portería. En París todo parece indicar que De Gea será el portero titular de una selección que tratará de asegurarse en Bielorrusia su clasificación para una Eurocopa donde defiende título y quiere que lo de Brasil sólo sea una simple pesadilla.

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