Competir para vivir

Sergio Rodrigo

Málaga, 10 jul.- "Competir para vivir" es el lema del exjugador de baloncesto Oscar Lisbona, recuperado de un coma de 33 días tras un accidente de tráfico que le dejó discapacitado y que prepara una travesía a nado de 1.200 metros a la par que su tesis doctoral y da clases a los que pierden puntos del carné de conducir.

La travesía es el nuevo reto de este malagueño excanterano del Unicaja, profesor de Educación Física que entrena a un equipo de baloncesto femenino y que sufrió aquel accidente hace diez años cuando tenía 24, que le hizo estar un año en silla de ruedas.

"La natación no es mi fuerte, pero desde que salí del hospital voy a clases de nado y en la piscina donde entreno me propusieron el reto", comenta ilusionado el deportista, que lleva varias semanas preparándose la travesía que hará el próximo domingo.

Su objetivo, aparte de acabar esta prueba, es demostrar "que todo el mundo podemos hacer de todo" y que "no hay que poner barreras en la vida", recomienda Lisbona.

Desde que salió del coma y se recuperó no ha parado de expandir su filosofía de superación, incluso en la actualidad realiza una tesis doctoral sobre "Motivación Deportiva" en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga.

Oscar Lisbona participa por primera vez en esta travesía solidaria organizada por el Club Mediterráneo de Málaga, que cumple su tercera edición y lleva el nombre del nadador malagueño Tomás García Zamudio.

Esta historia humana se completa al saber que el dinero recaudado en esta prueba se destinará al proyecto de construcción de viviendas precisamente para discapacitados que la Fundación Vicente Ferrer ejecuta en Anantapur (India).

Este discapacitado se esforzará con sus brazadas en una prueba donde participarán consolidados nadadores como Thomas Snelson, que representará a España en aguas abiertas en el Mundial de Barcelona, y Joaquín Canales, campeón del Mundo Máster en 200 libres, lo que sin duda es una motivación añadida para el motivador.