Continúan los retrasos en la construcción de los estadios del Mundial Brasil 2014 y la FIFA se impacienta

    • Tres de las doce sedes que albergarán los partidos aún no han llegado al 90% de su construcción y la FIFA amenaza con tomar medidas.
    • El máximo organismo recto del fútbol pretende que todas las sedes se inauguren entre los meses de diciembre y enero para que pueden disputarse partidos que pongan a prueba las instalaciones.

El día 6 de junio de 2014 arranca el Mundial de Brasil y la imagen que presentan algunas de las que serán sedes del campeonato son al menos inquietantes. Ninguno de los estadios ha cumplido con los plazos establecidos y su construcción definitiva debe cerrarse entre diciembre y enero del próximo año.

La FIFA pretende que se disputen varios partidos amistosos para aprobar las instalaciones antes de que llegue la gran 'pueba de fuego' del próximo verano. Como ya ocurriera en la pasada Confederaciones, los retrasos y accidentes se acumulan.Seis de las 12 sedes ya están construidas. Son las que albergaron partidos de la Copa Confederaciones. Éstas son Castelao, Maracaná, Estadio Nacional de Brasilia, Mineirao, Arena Fonte Nova y Arena Pernambuco.La FIFA amenaza con tomar medidas. Arena Pantanal, Arena Amazonia y Arena Baixada no han alcanzado el 90% de la construcción y el órgano réctor del fútbol tomará medidas si fuera necesario.Ya hubo problemas en la Copa Confederaciones. Solo las obras de Mineirao y Castelao fueron entregados en los plazos estimados y las obras continuaron hasta los días previos al torneo.Al menos un accidente y un incendio. Dos personas murieron en el estadio de Sao Paulo tras el derrumbe de una parte del techo. Además, un incendió retrasó notablemente las obras del Arena Pantanal de Cuiabá.El gobierno anunció un gasto de 26.5 millones de reales en los estadios del Mundial, después fueron rebajando su compromisoeconómico. Los problemas se acumulan y puede que las plazas hoteleras no sean suficientes para albergar a todos los aficionados.Las obras en los aeropuertos también sufrieron retrasos y las inversiones en movilidad urbana se rebajaron un 20%.

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