Copa Confederaciones 2013, Nigeria 0-3 España: golpe de mando del campeón del mundo frente al ímpetu africano

    • Dos goles de Jordi Alba y Torres le dieron la victoria a una España que acaba la primera fase de la Confederaciones con pleno de victorias.
    • Los nigerianos salieron al cien por cien, esfuerzo que acabaron pagando en la segunda parte. Su derrota permite a los uruguayos clasificarse para las semifinales.

España es doble campeona de Europa y campeona del Mundo; juega el mejor fútbol del mundo y tiene jugadores que tocan el balón como nadie. Pero también es humana. Ante Nigeria firmó el partido más irregular de lo que va de Copa Confederaciones. Más mérito de las 'águilas verdes' que demérito de los hombres de Del Bosque que, eso sí, tiraron de oficio y clase para acabar llevándose el partido.

El guión fue el típico de un partido en el que un equipo se juega el todo o nada y el otro se lo toma como un mero trámite antes de los partidos importantes. No ayudó el gol inicial de Jordi Alba para cambiar esa estructura preestablecida. El lateral recordó su época de juventud, cuando era delantero, para llegar hasta el área, regatear y batir a Enyeama por bajo.

Era el minuto tres pero España ya había tenido una oportunidad y Nigeria otra. Las 'águilas verdes' convirtieron el partido en un correcalles. Su capacidad genética para aguantar corriendo más que nadie les beneficiaba. Con lo que no contaban era con una humedad extrema que acabaría por desfondarles.

Hasta entonces, Obi Mikel se vistió de líder de su equipo. Pareció recuperar ese toque que le llevó al Chelsea y que acabó por volver loca a la defensa española. Sólo la falta de puntería de Ideye y Musa, además de la suerte (¿del campeón?) y de algunas acciones de Ramos impidieron que los africanos pudieran empatar el encuentro.

Entretanto, la 'Roja' parecía dedicarse a ahorrar energía cual ciclista que espera la ascensión final para atacar y hasta entonces se refugia en el pelotón. La velocidad mostrada tantas veces se había quedado en el vestuario. Si a eso le sumamos que Soldado tenía la pólvora mojada, el resultado era, y con razón, tan corto.

Del Bosque solucionó ambos problemas dando entrada a Silva y a Torres. El primero alentó a sus compañeros, que empezaron a aprovechar el desgaste de los nigerianos para encontrar más huecos. El de Fuenlabrada hizo de delantero: salió al campo, se metió en el área y cabeceó a gol la primera que tuvo. Apenas llevaba dos minutos sobre el campo y había sentenciado el partido.

A partir de ahí, España buscó, más por inercia que por deseo, más goles. Sólo cayó el tercero, anotado de nuevo por Alba, que volvió a ejercer de extremo ofensivo. Nigeria no se arrugó y, aún sabiéndose eliminada, siguió peleando, corriendo y, a ratos, tocando el balón como en el primer tiempo. Lástima para ellos que enfrente estaba la campeona del mundo.

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