Copa del Rey: Llorente despierta con dos zarpazos al Mirandés de su sueño copero

Anduva, un histórico campo del fútbol modesto que se ha hecho famoso gracias a la extraordinaria trayectoria del Mirandés en esta Copa del Rey, despertó de su sueño. Y la culpa la tuvo un rugido y dos zarpazos. Los leones de Bielsa demostraron los motivos por los que son uno de los equipos más atractivos del fútbol español. Y lo hizo con Fernando Llorente a la cabeza.

Recuperado de su lesión de rodilla, el ariete navarro está opositando con goles y grandes actuaciones para ser el '9' titular de la selección. En apenas cuatro días ha marcado cinco tantos, y los ha logrado en dos campos de dimensiones pequeñas como el de Vallecas y el del Mirandés.

Llorente ha interiorizado a la perfección la doctrina de Bielsa. Pocos creían que después del extraordinario rendimiento que logró Caparrós de él, gracias al fútbol directo que ponía en liza, con un estilo tan diferente como el que quiere ver en sus equipos el técnico argentino pudiera lucir tanto. Lo ha conseguido es progresar aún más como futbolista.

En Anduva enseñó todas estas cualidades: es el futbolista que encabeza la presión rojiblanca, el primero en apretar al defensa rival para forzar un error, y la vez es el finalizador de los ataques bilbaínos. Pero la mayor diferencia con otras temporadas es su participación en el juego ofensivo, ya que no es ese poste para lanzar pelotazos, sino que sus compañeros le buscan como referencia con el balón por el césped.

Sus dos goles son un ejemplo de este "antes y después" que ha experimentado Llorente. Abrió el marcador con un espectacular remate de cabeza, pero el tanto que se repetirá en los informativos fue el segundo. Como si fuera Messi, recogió el balón en el pico del área, solventó la presencia de dos defensores con un amago, y remató al fondo de la red con un disparo ajustado al palo. Fueron dos goles, dos zarpazos, que despertaron de su sueño copero al Mirandés. Sólo Lambarri, con su gol en el descuento, hacer que los mirandeses mantengan la esperanza viva.