Courtois, el portero que iba para voleibolista

Thibaut Courtois está ante uno de sus partidos más incómodos y, a la vez, el que le puede consagrar como uno de los mejores porteros del mundo. Enfrentarse al Chelsea, el club que le paga, no le va a ser fácil. Está cedido por el club inglés y se puede dar la situación que sus intervenciones sean decisivas para dejar a los 'blues' fuera de la Champions. Al final va a jugar porque la UEFA ha sido inflexible con esa cláusula privada entre clubes que obligaba a pagar tres millones de euros por cada partido que disputara si se enfrentaban y también porque el portero belga ha hecho su trabajo. Ha forzado a ambos clubes una negociación o entendimiento. No se quería perder estas semifinales de la Champions y, en caso de prohibírselo, estaba dispuesto a tomar medidas. Podía presionar y hacer más difícil al Chelsea las negociaciones de su renovación. Le quedan dos temporadas de contrato y con él se manejan varios escenarios en el club de Stamford Bridge. Desde quedárselo lam próxima temporada para que juegue hasta volverlo a ceder e, incluso, renovarlo para venderlo a un alto precio. Courtois va a jugar porque así lo ha impuesto él.

Ha llegado el momento de uno de los mejores porteros del mundo que, a sus 21 años, está demostrando que gana partidos. Courtois creció como guardameta emulando a Iker Casillas y Edwin Van der Saar. Eran sus ídolos y sus referencias. De ellos empezó a empaparse sus mejores virtudes: reflejos, agilidad, velocidad de reacción, potencia, frialdad y carácter competitivo. Este chico iba a para jugador de voleibol por su gigantesca estatura y su facilidad para llegar a los balones imposibles. En su familia, su hermano y su hermana también destacaban en este deporte. Los padres les inculcaron esta afición y veían en Courtois a un chico con destreza para la práctica de esta disciplina deportiva. Hasta que se cruzó el fútbol en su vida y probó de portero. Esas virtudes para despejar y detener los balones le fueron perfeccionando como guardameta y en Bélgica empezó a llamar la atención de los ojeadores con 17 años. Así se forjó un chico que hoy tiene todo: altura, agilidad, reflejos, liderazo y carisma.

Es uno de los grandes protagonistas de esta eliminatoria y reconoce, en una entrevista al portal de la FIFA, que se siente raro, pero que lo va a dar todo pese a que el Chelsea esté enfrente: "Este partido es especial para mí porque estoy en el Atleti, pero el Chelsea también es mi equipo. Es mejor no pensarlo mucho y jugar como siempre porque si dices: 'Tengo que tener cuidado con lo que hago', lo que puede suceder es que al final juegue mal. Quiero ganar títulos y en estos dos partidos voy a ser del Atleti. Para los demás soy del Chelsea. Espero que ganen la Premier. Eso sí, estos dos partidos no. Ojalá lleguemos a la final nosotros porque estamos cerca. El Chelsea es el favorito, pero también lo era el Barcelona".

Es un chico que contagia energía positiva, con el que el equipo se siente seguro y protegido. También destaca por su ambición: "Estamos haciendo un temporadón y ya que hemos llegado hasta aquí, tenemos que aprovecharlo. Si al final no conseguimos nada, será duro, pero no será porque no hayamos dado todo. Nuestro secreto es que somos un grupo organizado y cada uno sabe perfectamente qué tiene que hacer. Lo ideal sería ganar la Liga, la Champions y el Mundial. Pero siendo realistas, espero ganar un título y llegar lo más lejos en el Mundial".