Cristiano Ronaldo, Valerón, Tello, Baptista, Nossa y Fazio

Roberto Morales

Madrid, 13 abr.-

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-- CRISTIANO RONALDO

El último duelo del Real Madrid en San Mamés desviaba los focos hacia Iker Casillas, que no pudo despedirse sobre el césped del estadio en el que comenzó la leyenda hace catorce años. No hay sentimentalismos para José Mourinho, ni amigos en el campo para Cristiano Ronaldo que dejó para el recuerdo una exhibición.

El insaciable Cristiano siempre quiere más y eso le mejora como futbolista hasta cuando parece que ya no tiene margen de mejora. En San Mamés, donde el ambiente de fútbol siempre fue especial, se picó con todos. Comenzó dejando una falta perfecta y resolviendo con un testarazo repleto de potencia unos minutos de enfado por un presunto codazo. Por si fuera poco asistió a Higuaín en el cierre. El portugués firma una campaña perfecta y llega al momento clave en un dulce momento. La referencia del madridismo. El guía de sus sueños.

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-- JUAN CARLOS VALERÓN

En épocas de incertidumbre no hay nada mejor que agarrarse al fútbol. Fernando Vázquez lo tuvo claro cuando tomó el mando del Deportivo de la Coruña. En su plantilla hay un mago del fútbol por el que no pasan los años y que debía ser el referente para creer en el milagro de la salvación.

Valerón regresó al papel de protagonista principal, volvió a recibir el trato que merece un icono del deportivismo con un técnico que de verdad conoce la idiosincrasia del club. Y en un momento clave no sólo construye el fútbol de ataque del 'Depor' sino que incluso marca su primer gol de la temporada. No lo hacía en Primera desde agosto de 2009. Sirvió para abrir el camino a la goleada al Levante. Un nuevo paso hacia lo que parecía impensable.

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-- CRISTIAN TELLO

Cuando el rey del fútbol, Lionel Messi, descansa por prescripción médica, saltan a escena otros futbolistas que en momentos de la temporada se mantienen en segundo plano por el insaciable hambre del argentino que siempre quiere jugar todo. Si Cesc Fábregas se exhibió ante el Mallorca con su primer triplete como profesional, en La Romareda le tomó el testigo Tello.

Las últimas apariciones del veloz y desequilibrante extremo en el Barcelona han sido para enmarcar. Dio un recital en Balaídos y hoy tumbó a un desconcertado Real Zaragoza con un fútbol vertical que culminó con dos goles. En un equipo donde es muy complicado asentarse porque se debe aprovechar cada oportunidad, Tello es un ejemplo. Su crecimiento no encuentra techo. Puro desequilibrio.

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-- JULIO BAPTISTA

El fútbol deja castigos duros y difíciles de digerir, como el que sufrió el Málaga en Alemania ante el Borussia Dortmund en el día más importante de su historia; y luego premia a luchadores como Julio Baptista que ante Osasuna volvió a saborear el premio de un gol decisivo, cuando los focos de La Rosaleda comenzaban a apagarse.

'La bestia' ha superado una travesía por el desierto con una lesión eterna. Vuelve a sentirse futbolista y poco a poco va recuperando la imagen que desea sobre el campo para ser uno de los líderes de un Málaga que con los días cambiará el dolor por un recuerdo bonito global de su primera 'Champions' y se verá en condiciones de luchar por protagonizar una nueva aventura europea si la UEFA, con la que mantiene un pulso público, lo permite.

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-- NOSA IGIEBOR

Un gol en un derbi tan pasional como el sevillano hace olvidar todo. Nosa convertido en un jugador importante en la meritoria campaña del Real Betis, dejó tirado a su equipo durante 24 días. Tras proclamarse campeón con Nigeria de la Copa de África, problemas burocráticos le retuvieron en su país.

La incomprensible situación se extendió en el tiempo y todo acabó en un expediente abierto que se convertirá en una sanción económica al futbolista nigeriano. Era el momento de volver a ganarse la admiración de una grada a la que falló. Y lo hizo con un gol de fe que firmó el empate ante el Sevilla tras ir perdiendo por tres goles. Fue el cierre a un derbi frenético. Con un gesto que sobra en la celebración y que imitó su entrenador Pepe Mel. Las peinetas. Insulto cobarde al rival.

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-- FEDERICO FAZIO

El Sevilla hacía aguas tras una primera parte perfecta, en inferioridad numérica, y el argentino Fazio se multiplicaba en tareas defensivas para no cesar de sacar balones de área y frenar ataques del Betis. Estuvo en todos los lados. Fuerte en el juego aéreo, duro al choque, rápido en las coberturas. Cuando su equipo se derrumbó, él se mantuvo en pie.

Por desgracia el partido no acabó en el terreno de juego. Tras la ducha y cuando los ánimos deben estar más calmados, Fazio perdió la cabeza respondiendo los insultos de aficionados de su equipo con puñetazos. A la salida del Sánchez Pizjuán, cuando recogía su vehículo, se bajó de él y se lío a golpes con ultras. Compañeros suyos acudieron al rescate en una acción inadmisible. El profesional debe estar por encima de todo.