(Crónica) Los líderes resuelven y dejan la eliminatoria muy abierta

  • LOGROÑO, 5 (del enviado especial de EUROPA PRESS, Guillermo Sáez) La primera jornada de la eliminatoria de Copa Davis entre España y Suiza entregó el protagonismo a los respectivos líderes de cada conjunto, David Ferrer y Stanislas Wawrinka, que resolvieron sus compromisos frente a Marco Chiudinelli y Nicolás Almagro y dejaron muy abierta la ronda, cuyo desenlace pasa por el importante partido de dobles que ocupará el segundo día en la Plaza de Toros de la Ribera de Logroño.

LOGROÑO, 5 (del enviado especial de EUROPA PRESS, Guillermo Sáez)

La primera jornada de la eliminatoria de Copa Davis entre España y Suiza entregó el protagonismo a los respectivos líderes de cada conjunto, David Ferrer y Stanislas Wawrinka, que resolvieron sus compromisos frente a Marco Chiudinelli y Nicolás Almagro y dejaron muy abierta la ronda, cuyo desenlace pasa por el importante partido de dobles que ocupará el segundo día en la Plaza de Toros de la Ribera de Logroño.

El capitán suizo Severin Lüthi, consciente de la inferioridad propia del que se enfrenta al vigente campeón y lo hace a domicilio, había diseñado una táctica basada en su líder Wawrinka, que debía ganar el primer punto para trasladar la presión y sembrar la semilla de la duda en el conjunto español.

El número uno de los helvéticos respondió a la petición de su capitán y otorgó al equipo de la cruza blanca el punto inicial de la eliminatoria, la primera de las cuatro que separan de la Ensaladera. Wawrinka se llevó un partido áspero, plagado de altibajos, cuyo triunfo quedaba reservado no para el más acertado, sino para el menos errático.

En este contexto, el centroeuropeo, que llegó a perder por dos sets a uno, supo madurar el choque, aprovechar su experiencia y agotar el físico de Almagro, que sucumbió bajo el sonido de los cencerros suizos que repicaban en la grada. Los afición española se miraba con inquietud entre sí porque ese no era el guión de una fiesta.FERRER DEVUELVE LA ALEGRÍA

Con la grada más poblada, David Ferrer, pleno de forma física, entendió cuál era su labor como líder del equipo en el segundo partido de la eliminatoria. "No soy líder, en este equipo no hay líder", dijo después en la sala de prensa, pero sus palabras sonaban a modestia tras desplegar su juego sobre la arena riojana.

Porque el valenciano saltó muy concentrado y anuló completamente el juego de Marco Chiudinelli en dos de los tres sets que duró el choque, el primero y el tercero. En medio, tuvo que saltar el pronunciado obstáculo que puso su rival en el camino. Convertido en una pared contra la que rebotaban todas las pelotas, igualó la eliminatoria y devolvió el júbilo a la grada, que se marchó barruntando la importancia del partido de mañana.

Marcel Granollers y Tommy Robredo han jugado y ganado torneos ATP como parejas, pero mañana afrontan su consagración, envueltos en la mística de la Davis, una competición caprichosa que engulle y eleva jugadores por igual. El partido tiene doble importancia: encarrilar el escollo suizo y conceder la atención que merece el amplio 'fondo de armario' del tenis español.

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