El lord y la dama de hierro, con récords en la natación olímpica

El chico que le tenía miedo al agua y una 'dama de hierro' que es más bien de oro: Adam Peaty y Katinka Hosszu impusieron este sábado nuevos récords mundiales en la natación durante los Juegos Olímpicos de Rio-2016.

La húngara Hosszu pulverizó a sus rivales en los 400 metros combinados con un tiempo de 4:26.36, más de dos segundos por debajo de la anterior marca, establecida por la china Ye Shiwen (4:28.43) hace cuatro años en la final de Londres-2012.

Peaty rompió su récord mundial en los 100m pecho al marcar un tiempo de 57.55. Aún no subió al podio, avanzó a la final que se disputa el domingo.

El equipo de relevos de Australia también se impuso en el relevo 4x100m libres con récord mundial.

El japonés Kosuke Hagino fue el primer oro de la noche, en los 400m combinados, seguido por Sarah Sjostrom en los 100m mariposa con récord olímpico y Mack Horton en los 400m libres.

Hosszu tenía hambre de récord desde temprano.

En la clasificatoria se puso a 15 centésimas de la marca de la china Ye Shiwen (4:28.43).

Por eso en la final metió el pie en el acelerador y llegó a sacar cuerpo y medio de ventaja en la prueba.

"Es simplemente una locura que hubiera podido nadar dos segundos más rápido que todo el mundo, inclusive yo. Es loco", expresó después de la prueba.

A la distancia la veía la española Mireia Belmonte, que tuvo que sacar energías de donde no tenía para hacerse con el bronce, su primera medalla de un programa intenso de cinco pruebas.

"Al final veía el bronce (al alcance) y he luchado hasta el final, hasta que ya no podía más, hasta que ya no tuve más fuerzas en mi cuerpo y al final he superado a la inglesa", dijo a la prensa.

Y a la hora de subir al podio, no pudo evitar las lágrimas de la emoción.

Hosszu sonreía por su primer oro olímpico, que suma a los cinco títulos mundiales que exhibe en su vitrina.

Terminó cuarta en la distancia en Londres-2012.

Y este puede ser el inicio para escribir una segunda parte de su libro motivacional 'La dama de hierro húngara', que relataba sus desafíos y cambios como atleta y modelo a seguir.

Peaty no podrá dormir abrazado a una medalla. Deberá esperar a las finales el domingo, a las que llega como favorito.

Pero sin duda podrá soñar con este nuevo récord y agradecer por haber superado la fobia que tenía de chico al agua.

"Le tenía miedo al agua, odiaba entrar a la ducha, odiaba una bañera y cada vez que iba a la piscina me encaramaba en los brazos de mi mamá", había dicho el nadador, que mejoró en 37 centésimas la marca que cosechó el 17 de abril pasado en Londres (57.92).

Con 21 años, tiene tres títulos mundiales en Kazán-2015 y cuatro de Europa en el último Campeonato continental, celebrado en Londres este año.

Junto a Peaty lucharán por un lugar en el podio los brasileños Felipe França y Joao Gomes, que también avanzaron.

"Mi prioridad era llegar a la final, porque era una barrera que tenía que pasar. La medalla viene después que nos clasificamos a la final", dijo a periodistas França.

Horton le arrebató el título al "bad boy" Sun Yang, defensor del título.

Sun, dueño de cuatro títulos olímpicos y siete mundiales, había tenido un pequeño encontronazo con el australiano días atrás, cuando le salpicó agua durante una sesión de entrenamientos.

"Fue para saludarme pero no respondí. No tengo tiempo o respeto para tramposos drogadictos", afirmó el australiano más temprano, antes de salpicar al rival con el título.

Horton suma así el sexto oro en la natación olímpica para su país, que quiere resarcir el mal desempeño que registró hace cuatro años en Londres-2012, sin títulos individuales.

Uno que se retira contento del parque acuático es el joven nadador español Joan Pons, a pesar de haber terminado último en su prueba 400m combinados.

"No podía aspirar a más y, además del diploma, me llevo la experiencia de participar en unos Juegos (...). Nunca había visto nada así", lanzó.

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