Dani Jarque, el eterno capitán del Espanyol

  • Dani Jarque, que será homenajeado hoy en Cornellà-El Prat, siempre será recordado por los aficionados al fútbol, pero, especialmente, por los seguidores del Espanyol, que tienen presente en todo momento al malogrado central, fallecido el pasado 8 de agosto de 2009 en Italia, el eterno capitán blanquiazul.

Cornellà de Llobregat (Barcelona), 3 jun.- Dani Jarque, que será homenajeado hoy en Cornellà-El Prat, siempre será recordado por los aficionados al fútbol, pero, especialmente, por los seguidores del Espanyol, que tienen presente en todo momento al malogrado central, fallecido el pasado 8 de agosto de 2009 en Italia, el eterno capitán blanquiazul.

La historia, la más triste del club catalán, es bien sabida por todos los 'pericos': Jarque, de 26 años y a punto del nacimiento de su hija Martina, hablaba con su novia en el hotel de concentración de Coverciano (Italia) y sufrió un paro cardiaco. Los médicos intentaron reanimarle durante una hora sin éxito.

La noticia conmocionó a todos. El mundo del fútbol arropó a su familia y al Espanyol. Los actos en su memoria aglutinaron a aficiones de todos los colores y las muestras de afecto, respeto y apoyo fueron constantes. Cornellà-El Prat sigue honrando su memoria con un sonoro aplauso en cada minuto 21 de partido, su dorsal.

El recuerdo de Jarque llegó a su máxima expresión en la final del Mundial, en julio de 2010. Su gran amigo el azulgrana Andrés Iniesta mostró una camiseta con el lema 'Dani Jarque siempre con nosotros' al marcar el gol de la victoria. La elástica preside el mural dedicado a Dani, en la puerta 21 de Cornellà, junto a su estatua de bronce.

El central se formó en las categorías inferiores del club blanquiazul y debutó con el primer equipo en octubre de 2002. Siete años después, Dani Jarque fue elegido como el capitán del Espanyol e incluso inauguró con el brazalete el nuevo estadio, el 2 de agosto de 2009, pocos días antes de su fallecimiento.

Imperial, sólido, constante y solidario en el terreno de juego, el defensa también destacaba fuera del césped por su carácter afable. Sus familiares y amigos le recuerdan con un cariño especial. Era una persona cercana y amable, apasionado de los suyos y de sus colores. Un capitán impecable que ya es eterno. EFE.

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