De Dios (Lobelle): "El Pozo ya nos debe dos revanchas"

  • Santiago de Compostela.- El técnico del Lobelle, Tomás de Dios, recordó que ya son "dos revanchas" las que "debe" ElPozo a su equipo por las finales de la Supercopa y de la Copa de España ganadas por el conjunto murciano al gallego.

2-3. El Pozo sumó su cuarto título y volvió a frustrar las ilusiones del Lobelle
2-3. El Pozo sumó su cuarto título y volvió a frustrar las ilusiones del Lobelle

Santiago de Compostela.- El técnico del Lobelle, Tomás de Dios, recordó que ya son "dos revanchas" las que "debe" ElPozo a su equipo por las finales de la Supercopa y de la Copa de España ganadas por el conjunto murciano al gallego.

De Dios felicitó por su victoria a ElPozo, al que consideró "el equipo mejor preparado tácticamente del mundo", y opinó que "el gran inconveniente" de la final de hoy fue que el rival se adelantara por dos veces en el marcador, porque "manejan de forma sobresaliente todas las facetas del juego".

El entrenador del Lobelle consideró que el "momento crítico del partido" sucedió con el gol fantasma de Alemao, ya que ese tanto, a dos minutos y medio para el final, "habría dado alas" a su equipo en el "momento adecuado".

Sin embargo, reconoció que desde su posición no pudo ver si el balón traspasó por completo o no la línea de gol, y subrayó que más allá de "fallos de apreciación", lo realmente grave en la labor arbitral es la "falta de criterio".

Su colega en ElPozo Murcia, Eduardo Sao Thiago 'Duda', lamentó que los colegiados se equivocaran, pero hizo hincapié en que "hubo más que esa jugada" en la final de hoy en el Fontes do Sar.

Duda coincidió con Tomás de Dios en que desde el banquillo no pudo ver si fue gol o no el remate de Alemao, pero volvió a insistir en que la final no se decidió sólo en esa jugada en concreto, y por si acaso recordó que a lo largo del torneo hubo otras decisiones polémicas que beneficiaron, entre otros, al Lobelle.

Del desarrollo del encuentro, el entrenador de ElPozo dijo que la primera parte estuvo "bien controlada" por sus pupilos y que sólo pasaron por verdaderos apuros en el último tramo, en el que el Lobelle estuvo "más fresco físicamente" y contó con el apoyo de una afición entregada.

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