De Wembley a Wembley, el Barcelona regresa al lugar donde empezó todo

  • El Barcelona se ha clasificado para la séptima final de la Champions (antes Copa de Europa) de su historia después de eliminar al Real Madrid (1-1 en el Camp Nou, 0-2 en el Bernabéu). Para los azulgranas, el partido será muy especial porque se disputará en Wembley, el estadio donde el club logró su primera 'orejona'.
El Barcelona accede a la final de Wembley tras eliminar al Real Madrid
El Barcelona accede a la final de Wembley tras eliminar al Real Madrid
Jorge Ramírez Orsikowsky

Wembley está en el corazón de los aficionados del Barcelona desde que el 20 de mayo de 1992, el equipo que entonces entrenaba Johann Cruyff ganó su primera Champions ante la Sampdoria. Un título que ponía fin a una larga sequía, un título que llegaba al tercer intento, después de las dolorosas finales perdidas en Berna ( 1961) y en Sevilla (1986). Pero, sobre todo, fue el título que dio el empujón definitivo al 'Dream Team' y también al técnico holandés, pieza clave en la historia azulgrana.

Hasta la llegada del Flaco al Barcelona, el equipo azulgrana vivía a la sombra del gran rival, el Real Madrid. Cruyff dio un patrón de juego característico al equipo culé, pero sobre todo ayudó a cambiar el club en lo deportivo. Desde su llegada, todos los equipos de la cantera juegan con el mismo esquema que el primer equipo, de forma que se ha favorecido la promoción de los chavales. En una decisión clave como ésa está la semilla del actual y triunfal Barcelona, repleto de canteranos (Xavi, Messi, Iniesta, Puyol, Valdés...).

Gracias al gol de falta de un compatriota, Ronald Koeman, Cruyff llegó a lo más alto como entrenador en la final de Wembley. Dos años después, en otra final de la Champions, la de Atenas, bajó a los infiernos. El 4-0 del Milan fue un golpe duro, pero ya había hecho lo más importante cambiando la historia del club, convirtiéndolo en uno ganador de verdad, en uno de los grandes de Europa.

Séptima final de Champions

Ahora, 19 años después, el Barcelona vuelve a disputar una final en Wembley, su estadio fetiche. No será en el mismo estadio porque el antiguo se derribó para levantar el nuevo, un recinto más moderno para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero para los azulgranas la emoción será la misma.

Será la séptima final del Barcelona en el máximo torneo europeo, que en la pasada década jugó otras dos y las dos las ganó, una al Arsenal y otra al Manchester United. La primera fue con Frank Rijkaard, otro tulipán, en el banquillo; la segunda, con Pep Guardiola, el técnico que ha llevado a la perfección el modelo que inició Cruyff y que podría acabar de cerrar el círculo en Wembley.

Los diablos rojos y los azulgranas podrían repetir la final de 2009 siempre que los ingleses eliminen al Schalke de Raúl (llevan la eliminatoria encarrilada). Será un partido donde los dos equipos se sentirán como locales, uno por jugar en su país y el otro por regresar al escenario donde empezó todo. Para el Barcelona, Wembley, y no Old Trafford, el campo del Manchester United, es el auténtico Teatro de los sueños. Sobre todo si allí conquista su cuarta 'orejona'.

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