La Supercopa de España se acerca y su proximidad eclipsa todo lo demás. El nuevo derbi entre Real Madrid y Barcelona ha hecho olvidar que España pone de nuevo en juego su prestigio el próximo miércoles ante Italia. Y consciente de que no puede permitir que el alto voltaje de los "clásicos" de la pasada temporada tenga continuidad esta semana, Vicente del Bosque ha rebajado la tensión.
El entrenador salmantino, de marcado carácter madridista, no esconde que por el bien de la selección "soy de Madrid y Barça a muerte. No tengo ninguna preferencia". Además, ha recalcado que no cree que las relaciones entre jugadores hayan empeorado. "Me parece imposible que Iniesta se lleve mal con Xabi Alonso, o Piqué con Albiol", afirmó el seleccionador nacional.
Del Bosque no esconde que la cordialidad en la selección se vio amenazada tras los cuatro duelos entre blaugranas y merengues hace unos meses, pero hace gala de su mesura y se explica: "Hay que contextualizar la rivalidad deportiva entre clubes". Cautela y reflexión antes de que el domingo Andrés Iniesta e Íker Casillas se vuelvan a encontrar cara a cara.
Su gol ante Holanda transportó a España a la historia, y por ello Andrés Iniesta ha recibido el premio "Marca Leyenda". Como hombre de club, a seis días del partido de ida de la Supercopa, ha dejado claro que no ficharía por el Real Madrid: "Mi único deseo es estar mucho tiempo en el Barça. Ojalá pueda hacer mi sueño realidad".
Casillas -que recibía el "Marca de Oro" junto con sus compañeros de selección- escuchó a Ángel María Villar reconocer que "el fútbol une relaciones tensas". Del Bosque, que siempre desdramatiza las tragedias, tiene tres días para aplicar su terapia milagrosa sobre los internacionales. La armonía de esta España ganadora no la puede romper la Supercopa.
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