Delporte, la zurda de oro castigada por un misterioso maleficio

Pamplona.- El jugador francés Ludovic Delporte ya no vestirá más la elástica 'rojilla', tampoco lo hizo ni un minuto durante la pasada temporada y con cuentagotas los últimos tres años y medio, lo que ha llevado a José Antonio Camacho a evaluar que el galo no ha superado el periodo de prueba de esta pretemporada.

Delporte terminó su contrato con Osasuna el pasado 30 de junio, aunque el club le permitió realizar la pretemporada con el resto de la plantilla a modo de prueba para valorar su estado físico tras una plaga de lesiones musculares que han cortado su carrera.

A pesar de que el francés no ha recaído de sus dolencias durante este verano, Delporte no ha convencido a Camacho, quien no ha agotado el plazo establecido entre ambas partes, el día 20, para decidir su salida de la plantilla, el pasado viernes.

El interior zurdo galo recaló en Osasuna en junio de 2004 procedente del Albacete, donde llegó a ser conocido como el 'Beckham de la Mancha', y en el equipo 'rojillo' exhibió una zurda de oro como perfecto asistente desde la banda izquierda, para coincidir con los mejores años del conjunto navarro.

Fue una pieza importante para la primera final copera de Osasuna en 2005 y el cuarto puesto y la clasificación para la previa de la Liga de Campeones de 2006, año de contrastes para el francés.

Del golazo en Mallorca, en una cabalgada de campo a campo, en abril, al flirteo con el Atlético de Madrid en verano y su posterior ampliación de contrato con Osasuna, pasó al comienzo de su calvario en noviembre de 2006, con la primera de sus dieciocho lesiones musculares de importancia.

Un sinfín de procesos de recuperación, incluido un tratamiento en el Centro Europeo de Recuperación del Deportista (CERS) de Capbreton (Francia), y tres cirugías no han podido acabar con el maleficio de Delporte, quien ha permanecido lesionado la mitad de sus seis años en Osasuna.

A la espera de su comparecencia ante los medios, el centrocampista francés no piensa en arrojar la toalla y, aunque al principio de la pasada temporada afirmara que entonces se jugaba "el todo o la nada", Delporte, de 30 años, trabaja para proseguir su carrera, si bien su futuro se presenta incierto al estar marcado por sus tres años y medio prácticamente en blanco.