Deportivo 4-5 Barcelona: el líder sale victorioso del 'Día de la empanada'

    • Victoria del Barcelona por 4-5 ante el Deportivo en Riazor en un partido extraño y lleno de errores personales y colectivos.
    • Messi hizo un 'hat-trick' y Jordi Alba marcó un gol en cada portería.
Ni con el "Cid" Valerón
Ni con el "Cid" Valerón
Manu Albarrán

¡Vaya partido raro se vivió en Riazor! El Barcelona se llevó los tres puntos tras vencer 4-5 al Deportivo de La Coruña en un encuentro que tuvo de todo: cantadas, fallos arbitrales, tantos en propia meta... Pero, por encima del caos sobresalió un futbolista, Lionel Messi, que una vez más sacó las castañas del fuego a su equipo con un 'hat-trick' demoledor. Con él en el campo, lo demás es secundario. El líder de la Liga BBVA juega con uno más siempre porque el argentino vale por dos.

La primera parte fue pródiga en goles, seis, y en empanadas mentales. Casi nadie se libró del cortocircuito de ideas. El Deportivo, por ejemplo, salió tarde al campo, unos 20 minutos. Para entonces, los robots reseteados que vagaban por el campo ya perdían 0-3. Los gallegos hicieron mal todo, pero sobre todo una cosa: no presionar al Barcelona. A un equipo como el azulgrana no le puedes dar facilidades porque te mata andando, sin prisa pero sin pausa, y así fue. Jordi Alba (primer gol con su nuevo club), Christian Tello y Lionel Messi sentenciaron el partido ante la inoperancia local… O eso parecía.

La empanada mental pasó de los locales a los visitantes, y también al árbitro, Paradas Romero, que dio interés a un encuentro muerto y enterrado al pitar un penalti que sólo él vio. Al borde del área, Riki se lanzó a la piscina ante la entrada de Sergio Busquets y el colegiado picó. Gol de penalti y 1-3 en el marcador, que pasó a ser 2-3 cuando 10 minutos después, Víctor Valdés se comió un disparo de Álex Bergantiños desde la frontal del área. El portero estaba muy tapado en esa jugada, pero para la posteridad queda su postura impropia para atajar el balón.

Todo era un espejismo porque el Deportivo seguía empeñado en dejar que Cesc Fàbregas jugase a su antojo, y éste lo agradecía regalando balones que pedían la red a gritos. Gracias a uno de sus pases, una auténtica obra de arte, Messi marcó otro gol, el segundo de su cuenta personal, y no sería el último. Estos dos futbolistas sí que estaban conectados y enchufados al encuentro.

Las experiencias paranormales siguieron tras el descanso y otra vez Valdés fue protagonista muy a su pesar. Cierto es que el disparo de falta de Pizzi fue magnífico, pegado al poste, pero también lo es que entró por el palo que tenía que cubrir el cancerbero azulgrana, que dio un pasito hacia el centro de la portería que resultó fatal.

Las meteduras de pata, como las desgracias, no vienen solas, y el árbitro volvió a reaparecer para expulsar a Javier Mascherano por un codazo que no fue tal. El Barcelona iba a poder quejarse de este arbitraje porque le perjudicó claramente en las pocas jugadas polémicas, que un partido disputado con tan poca intensidad tampoco podía dar origen a muchas acciones para la moviola.

Llegó la hora de Xavi Hernández, al que Tito Vilanova dio entrada para acabar con el caos. Su cambio le salió bien porque el Barcelona pasó a controlar el balón y a dormir con la posesión a su rival, que sin embargo se agarraba a la esperanza que le daba el marcador tan corto. Sin embargo, el entrenador visitante sacrificó para ello a Cesc, su pieza más clarividente en el campo junto a Messi, que ése nunca falla.Los últimos goles de una noche loca

Y vaya que si no falla Messi. 'La Pulga' cogió el balón en el centro del campo, aceleró dejando atrás rivales y el supuesto cansancio que le aquejaba tras los partidos con Argentina, y culminó la jugada con un disparo raso dentro del área que superó a Dani Aranzubia, que no pudo hacer nada. Un hat-trick' que situaba a Messi como Pichichi destacado con 11 dianas en ocho partidos pero que no sentenciaba el partido.

Fue así porque Jordi Alba se unió a la fiesta de errores marcando un gol a su compañero Valdés con una vaselina perfecta. 4-5 en el marcador y 10 minutos por delante. ¿Habría milagro con un quinto tanto gallego?

No lo hubo, y eso que hasta Aranzubia subió a rematar un córner. Los de Oltra se fueron al vestuario derrotados tras haber marcado nada más y nada menos que cuatro goles al Barcelona, pero su empanada fue superior y pagaron caros los errores... y el acierto de Messi.

Sigue @jorgekosky

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