Una madre y su hija saltan al ring para acabar con los tabúes en Pakistán

  • 'Creo que todos los hombres se convierten en bestias cuando una mujer sale sola de su casa', dijo esta madre de 35 años que perdió la pelea con su hija, fanática de Ali.

    Su marido era un buen hombre que alentaba a su hija a practicar deporte, recordó y ella no quiere decepcionarla. 'Los hombres se ven más fuertes y nos golpean', recuerda.

Delgada y con una mirada inquebrantable, Razia Banu, de 19 años, se enfrenta con determinación a su oponente en el ring, su propia madre, una viuda que decidió iniciar una lucha familiar por derribar los tabúes en Pakistán.

Tanto la madre como la hija están vestidas con prendas deportivas pero holgadas. En lugar del casco llevan el velo tradicional durante una exhibición en el club de boxeo Pak Shaheen, en el barrio de Lyari, una localidad insegura a las afueras de Karachi.

Banu fue atraída por el ring el año pasado, después de ver el funeral del legendario Mohamed Ali.

Él era 'mi personalidad preferida', cuenta, tras vencer a su madre. Durante la entrevista señala un afiche enmarcado con la célebre frase de Ali 'Flota como una mariposa. Pica como una abeja'.

Entonces, le pidió permiso a su madre para unirse a un club fundado el año anterior, que era la primera asociación que admitía mujeres.

A Haleema Abdul Aziz le inquietó la petición de su hija. Para empezar, estaba el tema financiero, ya que desde la muerte de su marido, se le hace difícil incluso pagar la educación de sus hijos.

También le preocupaban los usos en Pakistán, una sociedad musulmana muy conservadora, donde las mujeres llevan años luchando por tener más derechos y donde esta lucha se paga caro, como muestran los numerosos crímenes de género, incluyendo ataques con ácido y asesinatos. La violencia también pesó.Los hombres se ven más fuertes y golpean a las mujeres

'Creo que todos los hombres se convierten en bestias cuando una mujer sale sola de su casa', dijo esta madre de 35 años. 'Pero no la decepcioné porque quería que ella sea exitosa en su vida', contó.

Su marido era un buen hombre que alentaba a su hija a practicar deporte, recordó.

'Los hombres creen que ellos son los fuertes así que pueden golpear a las mujeres y obligarlas a que estén confinadas en sus casas', dijo Banu. 'Pero yo creo que cuando uno tiene la fortaleza debería aportarle seguridad a la gente, en lugar de golpearla', afirmó.Una hija que sí va a la universidad

Su pasión, que pronto comenzó a replicar también en su casa, inspiró a su madre, que también se anotó en el club.

Banu sale de su casa temprano cada día por su trabajo de recepcionista en un colegio y después asiste a clases en la universidad, donde estudia comercio.

Llega al club tarde y comienza a entrenarse. Golpea los sacos y las pelotas, practica la cuerda y después se mide con otras 20 jóvenes que también asisten a la asociación.

El club es muy modesto. El recinto se resume al ring, tres sacos para golpear y un balón de boxeo en una esquina. El fundador del club y entrenador, Yunus Qanbarani, dice que el dinero escasea. Muchos boxeadores ni siquiera pueden pagar las contribuciones.

'Ni siquiera tengo un camarín para que las chicas se puedan vestir. Ni siquiera tenemos los revestimiento de caucho para las cuerdas del ring', dijo. Esto, sin mencionar el rechazo social.Atacaron el club porque admite a mujeres

'En un momento incluso atacaron el club para obligarme a cerrarlo. Pero yo estoy determinado a seguir', dijo. 'Yo quiero que nuestras hijas lleguen a un nivel internacional y que levanten la bandera pakistaní en otros países', agregó.

Sin embargo, la comunidad local del boxeo sí lo ha apoyado y muchos deportistas que llegaron a competir a nivel internacional visitan el club habitualmente para darles ánimo.Razia Banu quiere ganar la medalla de oro

'En Pakistán no nos falta talento', dijo Sher Mohamed, un antiguo boxeador que logró la medalla de bronce en los Juegos de Asia en 1993. 'Nosotros improvisamos y recurrimos a alternativas para compensar nuestra falta de recursos', dijo. Estas visita son una verdadera fuente de inspiración para Razia y Haleema.

Su madre espera lograr un día el nivel suficiente para ser entrenadora. En cambio la joven apunta más arriba. 'Yo lo que quiero es boxear en los juegos olímpicos y no solamente participar, yo quiero ganar la medalla de oro', afirmó con los ojos resplandecientes. 'Voy a hacer todo lo posible por lograr mis objetivos. Cuando uno trabaja duro, nunca es en vano', afirmó.

M.T.
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