Diego Hypólito feliz de compartir protagonismo

  • Diego Hypólito, que durante muchos años fue el único símbolo de la gimnasia artística brasileña, considera que la medalla de oro conquistada por Brasil en el concurso completo por equipos en los Juegos Panamericanos 2011 finalmente le permite compartir el protagonismo de esta disciplina.

Carlos A. Moreno

Guadalajara (México), 26 oct.- Diego Hypólito, que durante muchos años fue el único símbolo de la gimnasia artística brasileña, considera que la medalla de oro conquistada por Brasil en el concurso completo por equipos en los Juegos Panamericanos 2011 finalmente le permite compartir el protagonismo de esta disciplina.

Diego Matyas Hypólito, nacido en la ciudad paulista de Santo André hace 25 años, participó en el equipo que anoche conquistó una medalla histórica para Brasil, no por haber sido la primera vez que un equipo masculino conquista el concurso completo sino porque fue la milésima presea brasileña en Juegos Panamericanos.

Pero más que destacar su actuación como líder y como el más veterano del equipo, este gimnasta dos veces campeón mundial en pruebas de suelo insistió en resaltar el papel de sus compañeros, en su mayoría novatos en la selección, y la posibilidad de poder compartir responsabilidades y protagonismo.

"Siempre insistí en que no existe apenas Diego en la gimnasia masculina brasileña y eso está probado ahora. Existe una nueva generación muy buena. Contamos con varios atletas de buen nivel que ahora tienen títulos y responsabilidades", afirmó Hypólito tras colgarse el oro y feliz de poder descargar un peso de sus hombros.

Además del hasta ahora símbolo de la gimnasia masculina, el equipo brasileño que se colgó el oro estuvo integrado también por Petrix Barbosa, Francisco Barreto, Pericles da Silva, Sergio Sasaki Júnior y Arthur Zanetti.

Brasil, que había sido el segundo en los Panamericanos de Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007, se adjudicó el oro luego de que los integrantes de su equipo sumaran 346.100 puntos en las pruebas de suelo, caballo con arcos, anillas, salto, barras paralelas y barra de equilibrio.

Los brasileños le dejaron la plata al equipo de Puerto Rico, oro en Río de Janeiro y conocido como los "Golden Boys" por sus buenos resultados en los últimos años, y el bronce al de Estados Unidos, que siempre es el favorito en la gimnasia artística pero que no trajo a Guadalajara a su selección principal.

Pese a que Hypólito fue el mejor de todos los gimnastas en las pruebas de suelo y salto, sus especialidades, Sasaki obtuvo la mejor puntuación individualmente entre el medio centenar de atletas presentes en Guadalajara y Barbosa la octava mejor, por lo que garantizaron presencia en varias finales con opción de medalla.

Arthur Zanetti, plata en anillas en el Mundial de este mes en Japón, obtuvo la mejor nota individual en este aparato.

Brasil ya había concluido el Mundial de Japón con récord de dos medallas de gimnastas masculinos, la de Hypólito y la de Zanetti, así como con el inédito decimotercer lugar por equipos.

Estos resultados son los que le permiten a Hypólito sentirse feliz por poder compartir protagonismo.

"La juventud fue fundamental. Brasil necesita confiar en nosotros a partir de ahora. Los veteranos son muy importantes, pero el país no paró. Existe una cosecha de buenos gimnastas y, con el tiempo, habrá más Diegos", coincidió Sasaki, de 19 años.

De cualquier forma, el liderazgo de Hypólito no es contestado por nadie. Durante una década, el hermano de la también medallista mundial Daniele Hypólito, como único protagonista de la gimnasia masculina, acumuló numerosos títulos y medallas.

Sólo en Panamericanos, con la de ayer, son tres de oro y tres de plata. Y en Guadalajara aún disputará las finales individuales de salto y suelo.

También cuenta con los oros en suelo en el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística de 2005 y de 2007, y con numerosas platas y bronces en suelo y salto en diferentes etapas de la Copa del Mundo entre 2004 y 2009.

Para ello tuvo que superar un diagnóstico de Scheuermann, un transtorno provocado por la carga excesiva de peso y que amenaza la columna de atletas en crecimiento, y una grave lesión en la tibia de la pierna derecha en 2005 y que le obligó a alejarse de los gimnasios seis meses.

Diego, que comenzó a practicar gimnasia por insistencia de su hermana y se especializó en suelo igualmente por recomendación de Daniele, también tuvo que superar una cirugía en 2009 tras caer de la barra de equilibrio en una competición.

Su mayor frustración fueron los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, a los que llegó como el gran favorito a medalla de oro en suelo pese a haber sido sometido a una artroscopia en la rodilla izquierda, pero en los que sólo consiguió la sexta posición tras sufrir una caída en la final.

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