El año de la transformación de Rafael Nadal

  • La larga travesía del desierto del tenista español Rafael Nadal parece haber acabado con la emergencia de un jugador diferente, más agresivo y aventurado, que se ha impuesto el objetivo de volver a la cima en 2016.

"Si se continúa de esta manera, el año que viene aspiraré a cosas que me motiven. Ese era mi objetivo", dijo este viernes en Londres.

"Rafael va a ser muy bueno otra vez en 2016", pronosticó su entrenador y tío, Toni Nadal, en una entrevista en la revista Sports Illustrated.

En el Másters que se disputa en la capital británica, Nadal, quinto del mundo, ha batido a dos jugadores en mejor posición en el ránking, el británico Andy Murray (nº2) y el suizo Stanislas Wawrinka (nº4), y disputará el sábado las semifinales ante su viejo enemigo y número uno mundial, Novak Djokovic.

Antes, además, ganó este viernes su tercer partido consecutivo en el único gran torneo que falta en su palmarés ante su compatriota David Ferrer (nº7).

Al margen de lo que ocurra ante Djokovic, el mallorquín afirma que se siente en el buen camino para volver a la cima. Sube más a la red, resta mejor, acaba los puntos antes y, además, su golpe de derecha parece haber recuperado el esplendor.

La vieja estampa de Nadal defendiéndose de un lado a otro del fondo de la pista y devolviendo bolas inalcanzables hasta conectar un golpe ganador con la derecha, ha dado paso a la de un Nadal más vertical.

Así, esta temporada ha sido el jugador con el mayor porcentaje de puntos ganados en la red de los ocho del Másters esta temporada (73%).

El jugador de 29 años, ganador de 14 torneos del Grand Slam, 27 torneos Masters 1000, una medalla de oro olímpica y cuatro Copas Davis, atribuyó su progreso en este aspecto a que se siente mejor.

"Voy a la red cuando siento confianza. Voy a la red cuando golpeo la bola bien, cuando soy capaz de jugar agresivamente. Cuando subo a la red, es porque estoy jugando bien".

Otra estadística significativa: en las semifinales del Másters de 2010 en las que venció a Andy Murray, ahora segundo del mundo, Nadal ganó el 35% de los puntos a entre dos y cuatro metros de la línea de fondo, en el partido de esta edición, en el que también venció, el porcentaje fue sólo de 15%.

"Estoy tratando de jugar lo más adelante posible", explicó el mallorquín en Londres. "Tengo que hacer algo así si quiero ser competitivo en los próximos años".

Una razón por la que Nadal debe adelantarse es que, en general, todos los jugadores lo han hecho, gracias a su mayor preparación física y a los avances técnicos en las raquetas. La otra es que a los 29 años no puede defenderse como a los 19.

Para Andy Murray, cuando Nadal juega en la pintura es doblemente peligroso: "cuando está dentro de la cancha es muy, muy bueno. Mueve su golpe de derecha muy bien, usa todos los ángulos de la cancha y hace que te muevas mucho".

Nadal ha pasado casi dos años aciagos: en 2014 logró su noveno torneo Roland Garros pero poco más, martirizado por las lesiones. Este año, ganó sólo tres torneos, por diez en 2013, y no alcanzó las semifinales de ningún Grand Slam.

Su progreso a finales de 2015 es esperanzador pero no oculta que nunca había perdido tantos partidos (19) en una temporada desde que se hizo profesional en 2002.

Entre la prensa cundió la sensación de que Nadal no volvería a ser el mismo, pero no entre sus compañeros, explicó Murray: "muchos periodistas dudaban de él. En cambio, entre los jugadores reina el sentimiento de que, si le respetan las lesiones, volverá a competir en lo más alto".

al/psr

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