El Athletic toma ventaja en la carrera con el Atlético

Llevan vidas paralelas Athletic y Atlético. Los dos rompieron el pasado verano con el entrenador que había ocupado sus banquillos los últimos años, Caparrós y Quique, y en su lugar las respectivas directivas trajeron otros técnicos de perfiles muy distintos como Bielsa y Manzano. Ambos equipos están todavía en fase de formación, se están adaptando los jugadores al estilo, y los entrenadores no encajan las piezas como les gustaría. Pero en esta carrera, el Athletic ha tomado ventaja.

El trabajo de Marcelo Bielsa empieza a notarse cada vez más sobre el terreno de juego. Los leones se muestran más compactos, tienen más automatismos y armas para ganar los partidos. Perdieron dos jugadores clave como son Amorebieta y Javi Martínez,  por sendas lesiones durante el partido, pero no lo acusaron. Sus sustitutos, San José y Herrera, suplieron sus ausencias con gran acierto, se introdujeron en la dinámica y contribuyeron a la victoria.

El gran artífice de la victoria bilbaína fue Fernando Llorente. En su duelo particular con Falcao, el duelo de nueves, salió claramente vencedor. Anotó los dos primeros goles de su equipo (aunque el que abrió el marcador se lo dieron a Filipe Luis en propia puerta), aguantó el tipo sobre el campo con dolencias en su rodilla, y se lució bajo la lluvia como un delantero de primer nivel.

El colombiano, como todo el Atlético, estuvo mal, desaparecido. Tal vez por la gastroenteritis que ha padecido esta semana, estuvo lento, sin la potencia que acostumbra. No llegó ni remató.

Manzano tiene trabajo por delante. Todas las buenas sensaciones que dejó el Atlético de Madrid al principio de temporada han desparecido, y ahora mismo es un equipo sin una idea clara de qué hacer en los partidos. El falta un plan, una manera de encarar los choques.

El resultado final, el 3-0 que reflejó el luminoso de San Mamés, fue demasiado amplio para los méritos de uno y otro, pero la victoria sí fue justa. El Athletic ahora mismo está más rodado y definido, mientras que el Atlético se muestra dubitativo y desorientado.