El barcelonismo conmemora el vigésimo aniversario de su primera Copa Europa

  • El Barcelona recuerda hoy el vigésimo aniversario de su primera Copa de Europa, obtenida en el estadio de Wembley en 1992, gracias a un gol del holandés Ronald Koeman en la prórroga contra el Sampdoria italiano (1-0).

Barcelona, 20 may.- El Barcelona recuerda hoy el vigésimo aniversario de su primera Copa de Europa, obtenida en el estadio de Wembley en 1992, gracias a un gol del holandés Ronald Koeman en la prórroga contra el Sampdoria italiano (1-0).

De aquella fecha que para muchos culés significa el momento más explosivo de sus 113 años de historia, queda un gran recuerdo aún, a pesar de que desde entonces la entidad catalana ha jugado cuatro finales en las que ha alzado el título en tres ocasiones más.

Los medios de comunicación catalanes hacen hoy un énfasis especial en aquella efeméride de grato recuerdo azulgrana, justo el día en que el Chelsea de Drogba también acapara la atención deportiva después de haberse alzado anoche por primera vez con el título de campeón de Europa, objetivo al que llegó tras eliminar al Barça en las semifinales.

La Copa de Europa del 1992, que al año siguiente pasó a denominarse Liga de Campeones, fue para el Barcelona el verdadero punto de inflexión en su dilatada historia deportiva, huérfana de un título que se le resistió en numerosas ocasiones.

La llegada de Johan Cruyff al banquillo del Barcelona a finales de los ochenta, tras una etapa como jugador en los setenta exitosa pero también decepcionante, también significó un cambio radical en las estructuras futbolísticas de la entidad.

Tras un periplo muy corto en el Ajax como técnico, Cruyff dio el salto al Barça gobernado por Josep Lluís Núñez, al que le insufló su concepción del fútbol. Dos años con una Copa del Rey u una Recopa, dieron paso a partir de 1991 al período más florido de la entidad catalana hasta entonces, con un 1992 sin parangón: el doblete, con Liga y Copa de Europa, en el año olímpico para la Ciudad Condal.

El Barça llegó a aquella Copa de Europa como campeón de Liga y debió salir del infierno de Kaiserslautern, donde el Barça estaba prácticamente eliminado con un 3-0 hasta que un cabezazo prodigioso de Bakero dio el gol a los azulgranas (3-1) y el pase al nuevo formato de competición: una liguilla de dos grupos.

El Barça quedó campeón de su grupo y el Sampdoria italiano fue el primero del suyo. Dos años antes, ambos equipos ya se habían enfrentado en la final de la Recopa, con victoria barcelonista por 2-0.

El nuevo desafío para los barcelonista iba a ser en uno de los templos del fútbol mundial, el estadio londinense de Wembley. A pesar de los golpes recibidos por una historia no muy agraciada en grandes títulos continentales y el recuerdo reciente del desastre de Sevilla, cuando el Barça cayó en la final contra el Steaua de Bucarest por penaltis, pesadilla que aún se mantiene en el recuerdo azulgrana, la afición barcelonista siguió dando la cara por su equipo y viajó a Londres para estar con los suyos.

El partido fue claramente dominado por el Barça, aunque el Sampdoria también tuvo sus momentos, hasta que se llegó al final de los noventa minutos que dieron paso a un tiempo extra. Fue en la segunda parta de la prórroga, en una falta en la frontal del área en el minuto 111, cuando Koeman marcó el gol en mayúsculas que hizo enloquecer a todo el barcelonismo.

Fue un gol que cambió la historia en el Barça. Después de aquel título, con sus glorias y miserias, el Barcelona dejó de ser el equipo aspirante para convertirse en pocos años en el referente.

Han pasado veinte años, el viejo Wembley ha dado paso a un nuevo estadio moderno y referente en el mundo. El rival, el Sampdoria, llegó a ganar una copa de Italia al año siguiente pero su estrella fue apagándose, aunque hace dos temporadas llegó a estar a punto de jugar la fase de grupos de la Liga de Campeones. Este año, no obstante, en la serie B, se encuentra en la sexta posición.

Desde 1992, el Barcelona ha tenido además de Cruyff a siete entrenadores más, con los que el conjunto barcelonista ha ganado nueve Ligas, tres Ligas de Campeones, una Recopa y dos Mundiales de Clubes más.

Hace dos años, el Barcelona regresó a Wembley, esta vez a un faraónico nuevo estadio donde volvió a levantar la Copa del Europa, al ganar por 3-1 al Manchester United.

El año que viene, el estadio londinense volverá a organizar la final, ya que la UEFA ha premiado a este templo del fútbol porque se cumplirán los 150 años de la fundación de la Federación Inglesa de Fútbol. Como si fuese la nave nodriza, el Barça desea estar llamado otra vez al estadio que le encumbró.

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