El Benfica, el club más laureado y popular de Portugal, recupera su trono en el país después de dos décadas mediocres -sumó apenas tres títulos- gracias a su "jogo bonito", que dotó al equipo de fluidez ofensiva y solvencia en la retaguardia.
El club lisboeta, que dependía de sí mismo, se proclamó vencedor de la Liga portuguesa por trigésimo segunda vez -aumenta su ventaja frente a los 24 entorchados del Oporto- al vencer al Río Ave en un abarrotado estadio de La Luz, que congregó a más 60.000 espectadores.
A pesar de que el sorprendente Sporting de Braga luchó hasta la última jornada, los pupilos de Jorge Jesús culminaron una sobresaliente campaña en el campeonato doméstico, ya que apenas perdieron dos de treinta encuentros y facturaron 78 goles.
Posesión de balón y disciplina táctica fueron las principales directrices en una escuadra que siempre encontró múltiples soluciones ofensivas tanto en banda como por el juego interior.
El poderoso central Luisao; los argentinos Javier Saviola y Pablo Aimar; y su joven compatriota Angel di María, que ya ha despertado el interés de varios clubes europeos, conforman la estructura del Benfica.
El medio español Javi García (ex Real Madrid), cuya inteligencia táctica y pundonor han cautivado a la masa social benfiquista, y los brasileños Ramires y David Luiz terminan de apuntalar el conjunto, cuyo matador, el paraguayo Oscar "Tacuara" Cardozo, se ha erigido máximo goleador de Portugal con 26 dianas.
El Benfica, vencedor de la máxima competición continental en las temporadas 1960/61 y 1961/62, realizó también un notable recorrido en la Europa League, donde venció con claridad a clubes como Everton u Olympique de Marsella hasta caer en cuartos ante el Livepool.
Sólo la eliminación en la Copa de Portugal -cayó derrotado frente al Vitoria de Guimaraes en los octavos de final- ha manchado los excelentes registros del equipo.
Considerado el club de fútbol con más socios del mundo -rebasa los 200.000-, "las águilas" parecen haber recobrado su poderío de antaño tras años erráticos durante los que vivió a la sombra de un intratable Oporto.
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