El Chelsea ganó al Barça con su propio estilo

Los primeros 80 segundos de partido sólo tocó el balón el Barça. Declaración de intenciones en toda regla. El primer saque de banda del Chelsea en campo azulgrana terminó colgado al punto de penalti por Ivanovic. Otra declaración de intenciones, pero con su propio estilo.

Cuatro defensas, cinco centrocampistas y Drogba, superlativo. Así encaró Di Matteo el partido de ida de las semifinales de Champions. Consciente de la superioridad del Barcelona en el juego, el italiano planteó un partido con sus propias armas.

El Barça tocaba y tocaba, y así llegaron sus dos mejores ocasiones de la primera parte: primero un pase en profundidad a Alexis que el chileno mandó al larguero y después en un tiro de Iniesta rechazado por Cech que Cesc no acertó a mandar a las mallas cuando estaba solo.

Las del Chelsea llegaron en dos saques de banda de Ivanovic, que provocaron el pánico en la defensa azulgrana, huérfana de centímetros tras la sorprendente suplencia de Piqué. El resto de llegadas inglesas tuvo a Drogba como protagonista, una isla en el ataque 'blue' a la espera de cazar un balón suelto.

Llega el gol injusto y la vida sigue igual

Lo hizo cuando menos se esperaba, en el descuento del primer tiempo, tras un balón perdido por Messi (mal partido del argentino) que se llevó Meireles y que remató Drogba al fondo de las mallas. Injusto, por el dominio aplastante del Barça, pero gol al fin y al cabo.

Nada cambió en la segunda parte. El Chelsea siguió a lo suyo y el Barça se dedicó a atacar, pero sin encontrar huecos. La poblada defensa inglesa se fue cerrando según pasaban los minutos y Guardiola no fue capaz de encontrar la llave que la abriera.

Pedro pudo hacerlo en el último minuto del descuento, cuando mandó un balón al poste, pero el Barça se vuelve a Barcelona con una derrota que le obligará a remontar en el Camp Nou si quiere intentar renovar su título de Campeón de Europa.