El críquet inicia operación de seducción en Nueva York

  • Seguido por cientos de millones de personas en todo el mundo, el críquet ha participado esta semana en una operación de seducción en Nueva York para tratar de conseguir un lugar en el circuito deportivo estadounidense, a pesar de la abrumadora competencia del béisbol.

Este sábado a las 13H30 de Nueva York, el estadio CitiField de los Mets se vio abarrotado por cerca de 36.000 fánaticos del críquet.

Ellos no querían perderse de ver a su compatriota, el indio Sachin Tendulkar, a menudo llamado 'El Dios del Críquet', que ya está al bate.

Esta tarde, veinte leyendas del críquet, recién jubiladas, participan en este partido benéfico destinado a promover un deporte extraño en Estados Unidos.

La mayoría de los espectadores, salvo un puñado de curiosos, son de naciones donde reina el críquet: India, Pakistán, Inglaterra, Sri Lanka y Australia.

Durante toda la semana, Sachin Tendulkar y el otro director del proyecto, el australiano Shane Warne, no han escatimado esfuerzos para dar visibilidad a su deporte: rueda de prensa, presencia en la apertura de la sesión bursátil en Wall Street, y por supuesto, invitaciones a decenas de niños para ver el partido, que fue transmitido por la cadena estadounidense ESPN.

Los organizadores prevén otros dos partidos de exhibición el 11 de noviembre en Houston (centro-sur) y el 14 en Los Angeles (oeste).

Han firmado un contrato de promoción de tres años para expandir este deporte en suelo estadounidense.

"Nos gustaría volver cada año para jugar tres partidos o más", anuncia Sachin Tendulkar. "Estamos aquí para ganar los corazones".

El críquet es un deporte de bate y pelota, en el que se enfrentan dos equipos de once jugadores cada uno. Se juega en un campo de hierba, más o menos ovalado, cuya extensión no debe ser inferior a la de uno de fútbol.

El formato que pretenden introducir en Estados Unidos Tendulkar y su socio Warne es el del llamado "Twenty20" o "T20", cuyos partidos duran alrededor de treinta horas en las pruebas internacionales (encuentros entre dos países), repartidos en cinco días de seis horas diarias.

"Hace sólo unos pocos años, el fútbol no era tan conocido aquí. Y eso cambió con la llegada de David Beckham", recuerda Shane Warne.

El críquet es algo más que una curiosidad en los Estados Unidos. La Federación estadounidense de este deporte (USACA) llegó a tener hasta 25.000 jugadores miembros de clubes. Pero, plagada de problemas financieros y de dirección, fue suspendida por la Federación Internacional (CPI).

Actualmente, la nueva Federación Americana de Criquet (ACF), está buscando el reconocimiento de la CPI. Su secretario general, John Aaron, asegura que hay 200.000 jugadores activos en Estados Unidos, y "tres o cuatro veces" más jugadores practican la modalidad de "pelota blanda del criquet".

La mayoría de los profesionales y los jugadores de la selección nacional de Estados Unidos provienen de los principales países donde se practica el criquet, ya sean naturalizados o segunda generación.

Este sábado, Sachin Tendulkar dijo que le hubiera gustado que estadounidenses de otros orígenes que estaban en la gradas descubrieran lo que este deporte puede ofrecer.

Pero ellos saben que será un camino difícil, pues el criquet está en competencia directa con el deporte más tradicional del país, el béisbol.

"El béisbol será siempre el deporte dominante," profesa Philip Watts, un australiano residente en Nueva York que llegó a ver el juego.

Para él, "el críquet podrá encontrar su nicho, pero no será deporte nacional."

"No estamos compitiendo con otros deportes", afirmó Tendulkar.

Incluso, a la sombra del todopoderoso béisbol y limitado, por el momento, a la gente de la Commonwealth, el críquet se va colando en la raíz del fanático estadounidense.

"Hace siete años en Nueva Jersey no había escuela de críquet. Hoy existen cinco", dijo Avinash Gaje, presidente de la liga "de Críquet suave", que asegura cuenta con más de cien equipos.

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