El demoledor regreso de los ex de Estudiantes a casa

Como era de esperar, el recibimiento de la afición de Estudiantes a Carlos Suárez y Sergio Rodríguez fue sonado. En la presentación de los equipos, la pitada que se llevaron fue superior en decibelios a la de sus compañeros. Sólo Felipe Reyes, otro ex del equipo estudiantil, se llevó la misma música de viento. Los aplausos y gritos de ánimo de los seguidores madridistas, en franca minoría, apenas se oyeron.

Además, la Demencia tenía preparada una sorpresa en forma de enorme pancarta. En el fondo donde se ubica, desplegó una enorme caricatura del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, como un titiritero forrado de dinero que manejaba tres marionetas: la de tres ex de Estudiantes que se han pasado al enemigo: Suárez, Reyes y, cómo no, Alberto Herreros, actual directivo del Madrid de baloncesto y antaño estrella del conjunto colegial. Las eses de sus nombres estaban cambiadas por el símbolo del dólar.

Por ahí fueron los gritos de la afición local en el Palacio de los Deportes. Bola que tocaban Suárez o Rodríguez, y cánticos de “¡pesetero, pesetero!”.  A Felipe Reyes ya le tienen preparados otros cánticos aparte, que viste la camiseta blanca desde hace varias temporadas. Además, no faltaron los gritos de mofa ante los fallos de sus ex jugadores, como en un tapón que recibió el base canario de Tyron Ellis en el primer cuarto.

Suárez y Rodríguez no se esconden

Lo malo para la Demencia fue que no descentraron a los objetivos de sus dardos. Sergio empezó entonado fuera de la jugada del gorro, y el alero y el pívot se desataron en el tercer cuarto. Al final de éste, los tres mejores anotadores del Real Madrid, los tres que pasaban de 10 puntos, eran los tres más odiados de la afición rival. Suárez, que anotó 12 tantos en ese cuarto, apretaba el puño cada vez que encestaba, lo que agitaba más a la grada.

Las gargantas de los hinchas locales no pararon en el último periodo, por mucho que la lógica decía que debían estar afónicos. Los ‘traidores’, como consideran a todos los jugadores que se pasan al vecino poderoso y rico, siguieron recibiendo lo suyo desde la grada. Cuando más gritaba el renovado Palacio, Suárez se marcó un triple marca de la casa que le servía a su equipo para poner tierra de por medio en el marcador..

Final apretado marcado por los ex colegiales

La presión en la pista debía ser insoportable porque parecía que se jugaba en una cancha griega, tal era el ambiente de la grada. Pero tanto Felipe como Carlos (máximo anotador del partido) y Sergio se impusieron al griterío y demostraron el porqué de sus fichajes. El trasvase de cracks duele a Estudiantes, mucho más que la derrota, pero también confirma la calidad de su cantera. Aunque para su desgracia acaba fortaleciendo al eterno enemigo.