Frederic Thiriez, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, señaló su propia receta: "acudir al estadio como ir al cine, al restaurante, al café, es la vida", declaró el martes el presidente, añadiendo que hace falta "que la vida se imponga a la muerte".
Sin embargo será imposible que todo discurra como si los atentados que golpearon París y los alrededores del Estadio de Francia el 13 de noviembre no hubieran tenido lugar. Varias medidas de seguridad serán impuestas con carácter excepcional.
El Ministerio de Interior publicó un decreto en el boletín oficial el jueves por la mañana prohibiendo el desplazamiento de los aficionados a los campos rivales este fin de semana, explicando que "las fuerzas de orden serán particularmente movilizadas para hacer frente a la amenaza terrorista sobre la totalidad del territorio nacional y no serán desviados de esa misión prioritaria para responder a los desórdenes ligados al comportamiento de los aficionados en el marco de encuentros deportivos".
Nueve partidos de la Ligue 1 serán afectados por esta medida, así como cuatro encuentros de la segunda división.
Este decreto excluye el partido de Ligue 1, Mónaco-Nantes, programado para el sábado (19h00 GMT) así como los otros partidos de la Ligue 2 programados para el martes.
Estas medidas sobre el desplazamiento de aficionados estarán acompañadas de un refuerzo de los dispositivos de seguridad de los clubes, según las propuestas de la LFP.
Además se llevarán a cabo otras medidas más simbólicas: la Marsellesa será cantada antes del inicio de cada uno de los 20 partidos programados en las dos principales categorías del fútbol francés.
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