
El mediocampista español Juan Miguel Callejón, que milita en el Bolívar, uno de los más populares equipos bolivianos, fue elegido este lunes como el mejor jugador del año por la revista deportiva Marcas del prestigioso diario La Razón.
El jugador de Motril, de 28 años y hermano del exmadridista Callejón, disputó su tercera temporada en Bolivia, anotó 13 goles y finalizó en segundo lugar en el Torneo Apertura, por detrás de Sport Boys. La regularidad y mejoría en su juego desde que llegó a América y su capacidad goleadora han hecho que le otorgasen por primera vez este galardón.Exitosa carrera en Bolivia
Desde el año 2013 está en filas del Bolívar, plantel con el que consiguió dos títulos nacionales y un subcampeonato, habiendo jugado además dos ediciones de la Copa Libertadores de América y llegado en una de ellas hasta la instancia de semifinales. Con 15 tantos fue goleador en el torneo Apertura 2014 cuando la Academia alcanzó el campeonato y se contó entre los principales anotadores en el Clausura 2014, cuando los celestes llegaron al bicampeonato.
Callejón es un mediocampista con proyección ofensiva que exhibe gran velocidad y por cuyos botines pasan incisivas jugadas que vacían las defensas adversarias. No pierde la oportunidad de disparar de larga distancia o de llegar personalmente al área rival para definir.
No encontró su sitio en España y decidió emigrar
El español fue de esos futbolistas que no encontró su hueco en España. Criado en la cantera del Real Madrid, al igual que su hermano, y vendido con 21 años al Mallorca. En el club de baleares, jugó su único partido en primera división contra el Numancia, en un partido en el que salió desde el banquillo y su equipo venció por 2-0.
Tras esa temporada en la que solo tuvo minutos en la Copa del Rey, comenzó su viaje por la segunda divisón española donde cambió de equipo cada año, Albacete, Córdoba y Hércules fueron sus destinos. En esos tres años y medio, jugó 93 partidos anotando solo seis goles. Tras ello, decidió emigrar, inicialmente al fútbol griego, de la mano del Leviadakos, fue alineado, desde enero hasta verano, solo 12 veces y nunca llegó a ver puerta. Ese verano de 2013, decidió hacer las maletas e irse a su actual equipo y no se equivocó.
Uno de sus momentos más importantes, llegó el pasado marzo, cuando la Federación de fútbol de Bolivia le ofreció nacionalizarse para así poder jugar con el combinado nacional. En un principio, él aceptó aunque finalmente el tema se dejó apartado.
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