Ante las críticas que recibió la Federación Argentina por la designación del campo rosalino, Maradona salió al paso para asegurar que fueron los jugadores los que pidieron el cambio de sede, ya que, según los internacionales, en el Monumental de River Plate no se siente el apoyo de la afición como en otros campos y, ante un partido tan trascendental como el que juegan ante Brasil, creen imprescindible tener a los aficionados "encima". El propio seleccionador argentino se sumó a esta opinión afirmando que el estadio 'millonario' es "una congeladora", lo que le valió las críticas de José María Aguilar, presidente de River.
El estadio de Rosario Central fue inaugurado en 27 de octubre de 1929, y tras varias reformas logró aumentar su aforo a 41.654 espectadores. En el Mundial de Argentina 1978 fue sede del Grupo B, y albergó los partidos de México, Túnez y Polonia. Inesperadamente, ya que en un principio la selección local iba a disputar todos sus partidos en el Monumental, la derrota del equipo que dirigía Menotti ante Italia (1-0) en la primera fase les hizo disputar el grupo de semifinales en "El Gigante de Arroyito", ante Polonia (2-0), Brasil (0-0) y Perú (6-0).
Acondicionamiento del estadio
Para cumplir el deseo de los internacionales se han tenido que acometer una serie de reformas 'extras' (porque ya se estaban acometiendo otras para que todas las localidades fueran de asiento) a fin de que "El Gigante de Arroyito" esté acondicionado para albergar partidos internacionales. En concreto, se ha remodelado los vestuarios (con duchas nuevas, bañeras de hidromasaje y un suelo antideslizante), se ha hecho una nueva sala de prensa y los banquillos también son nuevos (con capacidad para 22 jugadores cada uno).
Los accesos al mismo también se han visto afectados, tanto los de los aficionados como los de los jugadores y servicios médicos, y se ha instalado un videomarcador con la última tecnología en el que se podrá seguir el desarrollo del partido.
Messi vuelve a "casa"
Uno de los aspectos curiosos de la elección de "El Gigante de Arroyito" para disputar el Argentina-Brasil es la posibilidad de que Messi dispute un partido en la ciudad en la que nació, aunque no sea en el estadio del equipo cuyos colores vistió de pequeño. El delantero argentino abandonó su país para recalar en el Barcelona a los trece años, pero antes le dio tiempo a jugar en las categorías inferiores de Newell's Old Boys, el principal rival del propietario del estadio, Rosario Central. Por ello, el regreso es a casa... del enemigo.
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