El análisis, realizado fuera de competición el 27 de marzo de 2012, fue recientemente reanalizado gracias al "desarrollo cientítifico", dando positivo por EPO.
La UCI declaró haber introducido "de acuerdo al código mundial antidopaje" una estrategia de almacenamiento y reanálisis de muestras con una vigencia de hasta 10 años.
"Esta estrategia estipula que las muestras de los líderes de las grandes vueltas, campeonatos del mundo y clasificaciones de la UCI de todas las disciplinas serán conservadas para un posible reanálisis", explicó la UCI.
La federación internacional precisó que la elección (de Caruso) se realizó "sobre la base de una evaluación de los riesgos hecha por la Fundación Antidopaje del Ciclismo (CADF), las recomendaciones de laboratorios, los datos del pasaporte biológico del deportista y los nuevos métodos de detección y de nuevos desarrollos científicos".
El equipo Katusha, en el que Caruso corría ya en 2012, declaró "esperar el análisis de la muestra B antes de tomar una medida o de hacer comentarios".
La formación rusa había elegido al siciliano de 35 años para disputar la próxima Vuelta a España (22 agosto-13 septiembre).
Caruso comenzó su carrera profesional en 2002 en el equipo ONCE, dirigido por Manolo Saiz. En la última Lieja-Bastoña-Lieja finalizó cuarto.
jm/pm
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