Madrid.- El terremoto generado por la dimisión de Ettore Messina, después de tres derrotas consecutivas, dos en ACB y una en Euroliga, la primera que se produce en la Caja Mágica esta temporada, condiciona de manera inapelable el partido de mañana ante el DKV Joventut, en el que el equipo blanco estará dirigido por el ayudante del italiano Emanuele Molin.
Al conjunto blanco no le vale otra cosa sino conseguir el bálsamo de la victoria para restañar sus heridas, muy profundas, como demuestra la salida del club del entrenador contratado para devolverle a la gloria y que no ha encontrado.
Pero peor que las derrotas es la lamentable imagen dada en Euroliga ante el Montepaschi Siena en un partido intrascendente por el resultado pero que enfadó, y mucho, a la afición.
El italiano Ettore Messina, entrenador del Real Madrid, pidió perdón a sus seguidores por el partido que tuvo como efecto fulminante su decisión de no continuar.
Tocar fondo puede servir para tomar impulso y volver a la superficie. Esa es al menos la intención de los madridistas que apenas tendrán horas para hacer examen de conciencia y enfrentarse ante una Penya que tampoco atraviesa por su mejor momento.
A las diferencias de presupuesto hay que añade las bajas de la plantilla del Joventut, lo que les ha llevado a encadenar tres derrotas consecutivas. No obstante, la situación que vive la sección de baloncesto madridista con la marcha de Messina es garantía de que no hay nada garantizado.
Del partido, uno de los grandes clásicos de la Liga, se pueden comentar mil y una anécdotas. Las más recientes son que Sergio Llull es contra el equipo que alcanzó su tope de anotación como profesional, 29 puntos, y que Novica Velickovic firmó en un partido contra el Joventut su mejor actuación en la ACB con 29 puntos, 13 rebotes y 36 de valoración que le sirvieron para ser el Jugador de aquella jornada.
El madridista Clay Tucker jugó con los verdinegros, mientras que Quinton Hosley hizo el camino contrario. Felipe Reyes, capitán blanco, cumplirá 450 partidos en la ACB y Carlos Suárez 200
Pero lo realmente importante, para el Real Madrid, dadas las circunstancias, es ganar. Lo demás no importa. La Caja Mágica quiere seguir invicta en ACB para olvidar la derrota ante el Siena y las anteriores ligueras, fuera, en Valencia y Valladolid.
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