El Madrid no quiere despistes y tener una recaída

Madrid, 6 abr.- Las cinco victorias de ventaja, a falta de siete jornadas para la conclusión de la fase regular, y los inminentes cuartos de final de la Euroliga ante el Maccabi pueden ser los principales focos de distracción del Real Madrid en su visita a Valencia.

La muy relativa importancia de la victoria para el líder de la clasificación pasa a un segundo plano ante la necesidad de no tener más despistes y evitar una recaída en su juego.

La victoria ante el Anadolu en Euroliga, donde consiguió con brillantez el factor pista para los cuartos de final ante el campeón israelí, parece haber puesto punto y final a la crisis de juego y resultados en la que estaba sumido el Real Madrid.

Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, tiene mucho trabajo por delante, ya que sus jugadores tendrán que disputar cuatro partidos en los próximos ocho días y puede que siete en sólo dos semanas.

De ahí que tenga que dosificar a sus hombres, en el conocimiento de que en Liga tiene prácticamente asegurado el primer puesto de cara a la lucha por el título, pero que un mal resultado por desidia, por cansancio, o por una mezcla de ambos puede tener consecuencias en el juego y moral del equipo en la competición europea.

La buena noticia es que Carlos Suárez no sufrió más que un fuerte y doloroso golpe en el muslo y que su concurso con el equipo está asegurado.

El calendario del Real Madrid es para echarse a temblar: Valencia (7 abril), Maccabi (10 abril), Maccabi (12 abril), Blusens Monbus (14 abril), estos tres últimos en el Palacio de Deportes. Es seguro Maccabi en Tel Aviv (16 abril) y probable Maccabi (18 abril). Después, Herbalife Gran Canaria en Las Palmas (21 abril).

Las rotaciones han sido muy importantes para Laso a lo largo de la temporada, pero ahora adquieren una trascendencia vital. Casi tanto como la concentración que deberán mantener los jugadores en cada partido.

El Valencia, pese a las muchas bajas que tiene, será la primera prueba.