Después de brillar en la glamurosa Champions, el Madrid se quitó el esmoquin y volvió a enfundarse el traje de faena para la Liga, competición en la que mantiene feos vicios como regalar la primera parte. Lo hizo en Mallorca y lo hizo ante Osasuna. Parecía que en Anoeta no iba a tropezar en la misma piedra, pero después de 15 minutos esperanzadores en los que sitió el área donostiarra, se diluyó como un azucarillo. La Real, liderada por un Xabi Prieto imperial, le buscó las cosquillas al contragolpe y… se las encontró. Si no se fueron al descanso los de Martín Lasarte con el marcador a favor fue porque al joven Griezmann le pudo la ansiedad al rematar y echó fuera dos goles cantados que ensombrecieron un poco su buen partido.
El castigo para los locales llegó al poco de empezar la segunda parte, y fue muy cruel. Di María, que es zurdo cerrado, partió desde la banda izquierda hacia el área y desde la frontal, con la derecha, colocó la pelota en la escuadra de Bravo. Con un detalle de calidad del argentino, detallazo, el Madrid se ponía por delante en un partido horrible, con Khedira haciendo horas extras como fontanero para tapar vías de agua.
La Real acusó el directo a la mandíbula durante 10 minutos, hasta que sacó a relucir antiguas miserias de su rival defendiendo en las jugadas a balón parado. El primer gol que recibiera Casillas en esta Liga tenía que venir en una acción así, para mantener viejas costumbres. El tanto de Tamudo hay que apuntarlo en el debe de Carvalho, que estuvo muy lento y evitó el fuera de juego del ex delantero españolista, que remató con el muslo completamente solo en el área pequeña. En el Bernabéu, Carvalho fue salvador y un partido después estuvo a punto de convertirse en villano.
El Madrid gana con un tanto de rebote
Tuvo suerte el luso porque le salvaron dos compañeros de la selección portuguesa. Cristiano Ronaldo decidió ejecutar la enésima falta y su disparo golpeó en la espalda de Pepe, que se había metido en medio de la barrera donostiarra para fastidiar a Bravo y lo hizo por partida doble. Tras golpearle, el balón cambió de trayectoria caprichosamente y acabó en la red. Primer gol de Cristiano esta temporada, de churro, quizá como castigo a su desquiciante individualismo.
Peleado con el mundo, CR7 ni siquiera lo celebró, y tampoco estaba para festejos Casillas, que esta vez sí tuvo trabajo de sobra. En los minutos finales, sacó una mano prodigiosa a un centro de Griezmann que se fue envenenando y que hubiera firmado Goicoetxea. El empate hubiera sido un resultado mucho más justo porque también es cierto que Higuaín, Benzema y compañía perdonaron el tercer gol en varias ocasiones cuando se rompió el duelo. Pocas veces el Madrid jugará tan mal como en Anoeta, o eso al menos debe esperar Mourinho, que estuvo a punto de pedir que le permitan entrenar a Burkina Faso si hace falta.
1.- Real Sociedad: Bravo, Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González, De la Bella; Rivas, Aranburu (Sutil, min. 79), Xabi Prieto, Griezmann, Zurutuza (Viguera, min. 66); Tamudo (Agirretxe, min. 76).
2.- Real Madrid: Casillas; Marcelo, Carvalho, Pepe, Sergio Ramos; Xabi Alonso, Kedhira, Ozil (Lass, min. 76); Cristiano Ronaldo, Di Maria (Granero, min.79), Higuain (Benzema, min. 89).
Arbitro: Mateu Lahoz. (Valencia). Amonestó a Mikel González, Pepe y Sergio Ramos.
Goles: 0-1, min. 50: Di Maria. 1-1, min. 61: Tamudo. 1-2, min. 73: Cristiano Ronaldo.
Incidencias: 30.000 espectadores en el estadio de Anoeta.
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