Río de Janeiro, 2 jun.- El estadio Maracaná de Río de Janeiro, sede de la final de la Copa Confederaciones y del Mundial de 2014, estaba hoy con obras pendientes, el día de su primer partido inaugural, entre Brasil e Inglaterra.
Los alrededores del estadio, la zona que más preocupa a las autoridades, tiene todavía pendientes obras de urbanización, como la instalación de calzadas.
En los lugares donde no se pudo colocar a tiempo el pavimento, hoy se podía ver arena y grava para rellenar los huecos y evitar accidentes.
Dentro del perímetro del estadio, rodeado por vallas, había varias zanjas abiertas y quedaba alguna excavadora como testigo de las obras inacabadas.
La sala de prensa también está inacabada y parte de ella estaba cubierta por paneles, para evitar que los periodistas accediesen a la zona en obras.
El Maracaná, estadio inaugurado en 1950, ha sido sometido a una reforma integral y reabrió sus puertas el pasado 27 de abril, después de haber pasado tres años clausurado.
En la Copa Confederaciones, que tiene lugar entre los próximos días 15 y 30, este estadio recibirá tres partidos, entre ellos la final, y en el Mundial será el principal recinto, con siete partidos, incluyendo el decisivo.
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