El Mirandés, ante su última cruzada: ganar o morir

  • Sólo quedan 90 minutos y el Mirandés, el equipo que ha asombrado a toda España con su fútbol y sus hazañas una tras otra, se lo juega todo a una carta: si es capaz de lograr la última machada en San Mamés ganando por dos goles de diferencia, jugará la gran final de la Copa del Rey. Si no... habrá caído con las botas puestas.
Óscar Rodríguez

Carlos Pouso lo dijo tras el partido de ida: "Que nadie se piense que vamos a ir a San Mamés de vacaciones". El Mirandés ya ha hecho historia plantándose en las semifinales de la Copa del Rey, pero no renuncian a su sueño. Si han sido capaces de eliminar al Villarreal, al Racing de Santander y al Espanyol... ¿por qué no hacerlo con el Athletic?

Todo comenzó con una eliminatoria previa en campo contrario ante un equipo a priori asequible, el Amorebieta, que el tiempo ha demostrado que no fue tan fácil. Porque el equipo vizcaíno, ascendido esta temporada a Segunda B, ha demostrado que tiene calidad y ocupa puestos de promoción de ascenso a Segunda. La victoria del Mirandés en campo enemigo no fue más que la primera piedra de un camino largo y glorioso por la Copa del Rey.

Después llegó el turno de empezar a construir la leyenda de Anduva. Recibió en la segunda ronda al Linense y los burgaleses se impusieron por un claro 3-1. Comenzaban a soñar con un grande en la Copa y para lograrlo, sólo había que superar una eliminatoria más.

Esa tercera ronda emparejó a los de Pouso con el Logroñés (no el histórico, sino el equipo que resultó del ascenso del Varea hace dos temporadas a Segunda B y renombrado como UD Logroñés). Anduva se llenó para vivir otra victoria de los suyos, de nuevo por 3-1, lo que les mandaba directamente a pelear contra un equipo de Primera División y clasificado para competición europea. ¿Habría suerte con el sorteo en forma de Madrid o Barça?

No. El destino tenía reservado un camino aún mejor para el Mirandés. El Villarreal de Borja Valero, Nilmar, Rossi y compañía se cruzaba en el camino rojillo y era el primer 'Primera' en hacer las maletas antes de tiempo. El 1-1 de Anduva disimuló el baño que recibió el submarino amarillo, pero que no pudo completar en El Madrigal. Ahí se destapó Pablo Infante, el gran protagonista de esta edición de la Copa del Rey, que con dos goles metió al líder del grupo segundo de Segunda B en los octavos de final.

La siguiente etapa hizo viajar al Mirandés a Santander. El Racing visitó Anduva y salió derrotado y casi humillado: 2-0 para el modesto y pudieron ser más. De nuevo Pablo Infante fue protagonista, tanto en la ida como en la vuelta, ya que logró el tanto del empate en El Sardinero que dio la clasificación para los cuartos de final. Segundo 'Primera' que se iba a la calle.

El último en caer fue el Espanyol, un equipo en puestos europeos que fue capaz de remontar en la ida un 0-2 en cinco minutos para jugar la vuelta en Anduva con un gol de ventaja. Sin embargo, a la épica y enjugando otro tanto perico, el Mirandés dio la vuelta al partido marcando el gol de la clasificación en el último minuto ante el delirio de su afición... y de toda la España futbolística que se posicionó con el más débil.

El Athletic es el último escollo que separa al Mirandés de la final de Copa... y de jugar en Europa la próxima temporada. Los vascos tienen una fe enorme en esta competición, un clásico en el 'Bocho', y apelan a su afición para completar lo que ya es una machada: eliminar a los de Pouso y plantarse en la gran final ante Barça o Valencia. La afición no les va a fallar, porque llenará San Mamés para volver a ver a su equipo en una final. Gane quien gane, juegue quien juegue la final, el Mirandés ya se ha ganado el respeto, la admiración y el cariño de toda España. Pero si además ganaran en Bilbao... lo que es seguro es que, si mueren, lo harán matando.

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